El mundo se derrumba, y a nosotros se nos ocurre enamorarnos.

Y de repente,sin avisar,llega alguien que te hace ver las cosas de manera diferente.Ese alguien,consigue que cada día te levantes con una sonrisa en la cara. Descubres con ese alguien que hay cosas que solo ocurren una vez en la vida y que para todo hay una primera vez. Con ese alguien te das cuenta de que el verdadero amor existe, que vale, todo no es perfecto, pero existe un punto que se acerca al máximo a la perfección. Ese alguien descubre una parte en ti, que nadie conoce. Y es que ese alguien, es la razón más grande por la que eres feliz.
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Esta perfecta Semana Santa llega a su fin. No cambiaría absolutamente nada de ella. Empezando porque Anna y yo estamos juntos de nuevo, algo que hace un mes lo veía imposible. Me he dado cuenta de lo que tengo a mi lado y de lo que puedo perder si me despisto un poco, y creo que no quiero perderlo nunca. Nunca pensé que yo, Dani, iba a ser capaz de enamorarme, y menos a enamorarme a este nivel, al nivel de no poder estar separado de alguien ni un segundo. Al nivel de que si la pasa algo me muero, es que no podría hacer otra cosa. Al nivel de necesitarla a cada minuto, a besar cada rincón de su cuerpo, si es que me queda algún hueco sin besar. Al nivel de que tu vida dependa de otra persona. Al nivel de querer darla todo y aún sentir que no es suficiente. Joder, al nivel de estar enamorado hasta los huesos... Sólo de pensar que ella vió en mi al chico con el que quería compartir su vida me entra un escalofrío. Yo, un cabrón con pintas, al lado de la mejor chica del mundo. Es que, lo tiene todo, joder... Dicen que si a alguien no le ves defectos es tu próximo error. Yo no lo veo así ¿Anna un error? Por favor... Si es que es verla ahora mismo aquí, en mi cama, dormida completamente con una simple sábana cubriéndola los riñones y se me cae la baba.
-Amor... venga que nos vamos ya... -la acaricio la espalda con la yema de los dedos. Gira la cara y me sonríe abriendo los ojos-
-Uhmm.. ¿ya? no quiero irme... -se frota la cara y bosteza. No puedo evitar sonreír, me encanta verla despertar-
-Sí, venga, que en el viaje estaremos separados, cada uno en su coche, si vamos rápido antes nos veremos.
-Visto de ese modo... -se incorpora y se anuda la sabana al cuerpo. Antes de levantarse me da un tierno beso-
-Me ducharía contigo pero sino si que no nos vamos de aquí nunca -me río y empiezo a hacer la maleta-

Estoy apoyado en mi coche, ella delante de mi sin dejar de besarnos. No nos podemos separar ni un segundo. Es como si volviésemos a empezar de cero. Una nueva pareja. Lo típico, que no se separan para nada, no dejan de decirse te quiero... Cuando pasen unos días a lo mejor se nos pasa esta tontuna de estar besándonos a cada segundo, pero mientras...es lo que hay.
-Ten cuidado ¿vale? -digo rozando mi nariz con la suya-
-Que sí, Dani, me lo has dicho ya cinco veces...
-Por si acaso saldré detrás de ti, cuando lleguemos a Madrid deja el coche en tu garaje y subes en el mío ¿vale?
-Perfecto -me muerde el labio- ¿Dónde me vas a llevar?
-No lo sé, ya se me ocurrirá algo -nos besamos un rato largo y nos montamos en nuestros respectivos coches y salimos hacia Madrid.-

Llegamos a su garaje y mete el coche, yo la espero fuera. Salgo un poco para estirar las piernas, estoy trasteando en el iphone cuando una chica se para frente a mí.
-Hola ¿estás leyendo el mensaje que te dejé el otro día? -alzo la mirada y veo a la camarera del bar de mi barrio-
-H.hola... No... Lo leí la otra noche
-¿Por qué no me contestaste?
-Porque no me pareció oportuno hacerlo... Mira, si lo que dices que pasó fue verdad, lo siento pero no me acuerdo absolutamente de nada. Así que lo mejor será que hagamos como si nada.
-¿Por qué? Si estuvo genial -se ríe mientras da una calada a su cigarro. Hasta Anna la supera en eso de fumar. Pero como me pude yo tirar a alguien así, por dios...-
-Genial para ti, para mí fue un completo desastre. Menos mal que borré el mensaje a tiempo porque si se llega a enterar mi chica...
-Ah, que habéis vuelto? -alza una ceja-
-Sí, y debo decirte que te da mil vueltas.
-Pero de que vas chaval ¿y si ahora me voy de la lengua qué?
-No lo hagas, por favor...
-Lo que te salva es que yo no sea una zorra como tú, cabrón. -apaga el cigarro y se va malhumorada-
Justo en ese momento sale Anna del garaje. Mirandome extrañada.
-¿Pasaba algo con esa tipa?
-Nada, que no la pagué el otro día cuando fui con mis amigos al bar de mi barrio. Chorradas.
-Joder, pues que hubiera esperado... Me has tenido ahí abajo esperando como una idiota. ¿No ibas a bajar al garaje con el coche?
-Sí, pero me vino la tía esta y se me pasó, ya está no hay más.

Cenamos en mi casa y luego bajamos con sus amigas a un pub de aquí cerca. Las dejo bailando mientras pido y se me acerca una chica por detrás
-O has cambiado tus camisetas de baloncesto por camisas de cuadros o tú no eres el Dani Martínez que yo conozco
Automáticamente me giro sorprendido. No puede ser ella.
-¡Marta! Pero que haces aquí?! -me rio y la abrazo dandola muchos besos en la mejilla-
-Pues nada, que he venido a pasar unos dias a la capital
-Haberme avisado, mujer! Joder, cuanto tiempo sin vernos- Marta era mi mejor amiga en mi pueblo, también mi primera novia, por decirlo así, la tengo mucho cariño-
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-Annita, parece que a tu chico poco le ha durado en arrepentirse de lo que te hizo hace unos meses. Porque está tonteando con una chica. Mira a las doce menos cuarto. -me giro disimuladamente en esa direccion y le veo abrazado a una chica y hablando muy sonrientes. Automaticamente giro la cabeza enfadada. Cuando vuelva por aquí se va a enterar.
-Que cabrón... ¿y la zorra esa? Que torta la daba...
Veo que vuelve con nosotras no sin antes darla un largo abrazo a la chica esa. Cuando se acerca cojo mis cosas y salgo a la calle. Justo en mi cara lo tenía que hacer, podría cortarse un poquito. Oigo unas voces tras de mi
-¡Anna! ¡Anna espera, joder! -se pone delante de mi y consigue que pare-
-Dani, había venido contigo. ¿Y tú? ¿Has venido conmigo o con la gilipollas esa del minivestido azul?
-Yo voy contigo.  A todos sitios. No sé que he hecho ahora.
-Pues sonreirla y mirarla como me miras a mi, entre otras cosas.
Se ríe poniendo los brazos en jarra. Intento ir hacia la derecha para seguir andando pero me coge y me abraza fuerte. Me susurra al oido que estoy muerta de celos por una tía que no me llega a la suela del zapato y claro, una no es de piedra.
-Entonces... ¿quien era?
-Una vieja amiga de mi pueblo, Annita -suena bastante convincente-
Y era alguien de su pasado, eso era cierto. Pero también fue su pasado. Y es imposible olvidarse del pasado.

Quería comerme el mundo, y resulta que me lo he bebido.

"¡Hola! Posiblemente ya te hayas olvidado de mí, lo entiendo, pero te mando este mensaje para que me recuerdes. No sé si habrás borrado mi teléfono. Por eso te digo que soy Ruth, la camarera del bar de enfrente de tu casa, ¿Te acuerdas cuando entraste y nos vimos por primera vez? Yo sí, recuerdo que estabas triste porque habías discutido con tu chica. Tomamos unas copas y bueno, en el baño pasó lo demás. Quisiera saber si has vuelto con ella o no. Si es que no por favor llámame, me gustaría volver a vernos. Besos!"

Suena el móvil avisandome de un mensaje. Estiro el brazo para cogerlo pero Anna me para.
-Mmm... Dejalo para luego... -dice entre besos-
-Annita... a lo mejor es importante...
-¿Quién te va a querer a las doce de la noche? Déjalo, ya lo ves mañana -me muerde la oreja y pierdo el sentido totalmente dejándome llevar-
-Como sabes lo que hacer en el momento adecuado... -La agarro de la cintura pegándola a mí-
-Ahora me dirás que no te encanta... -juega con mis dedos en su pelo mientras me sigue mordiendo el cuello. Le encanta jugar así conmigo-
-Pues luego no empieces con que siempre acabamos haciendo el amor... Eres tú la que me provoca -cuelo mis manos en su camiseta acariciándola la espalda-
-La diferencia es que hoy si que quiero que acabemos así... -me susurra al oído sensualmente. Se levanta de encima mía y se sienta en mi tripa-
-Vaya, que novedad... y encima tú arriba ¿qué te esta pasando, Simon? -la digo mientras ella se entretiene con los botones de mi camisa-
-Quiero agradecerte lo de hoy -me quita la camisa y besa todo mi torso- pero si me canso sigue tú, ya sabes que no tengo muy buen fondo -se ríe y vuelve a tumbarse volviendo a mi cuello.-
-Sabes que no tienes que agradecerme nada...
-Dani, quiero hacerlo y ya está... -se quita su camiseta y la coleta.-
-Eres muy fea ¿sabes? -bromeo mientras la desnudo-
-Y tú muy orco, pero no se le puede hacer nada -se ríe mientras me desnuda a mí-
-¿Por qué saliste de mordor? Te podrías haber quedado allí -me río y la agarro de la cadera frotándola contra mí-
-¡Serás imbecil! -apoya las manos en mi pecho y se sigue moviendo ella-
-Y tú idiota, tss -la oigo suspirar y no puedo evitar sonreír-
-M.i im.bec.il... -dice entre suspiros comenzando a hacerme el amor-
-Mmmm... Mi idiota... -la agarro y la ayudo a moverse-

Termina agotada encima mía, me río levemente y la abrazo apartándola el pelo sudado de la cara.
-Lo has hecho muy bien, Annita. Me ha encantado -la susurro al oído y la acaricio la espalda-
-Me alegro... No pensé que fuera a aguantar todo el tiempo...
-¿Ves como si podias? -me río y se baja de encima mía abrazándome y poco a poco se duerme-

A la mañana siguiente me despierto y cojo el móvil para ver la hora. Veo el icono del mensaje. Ya hasta se me había olvidado. Desbloqueo el movil y selecciono el mensaje, el numero no me suena de nada. Leo el mensaje y me quedo parado completamente recordando todo.
-Dame la bebida más fuerte que tengas. -me siento en la barra-
-¿Te vale Bacardi 151? -me sonríe y destapa la botella echándomelo en un vaso- ¿Mal de amores?
-Peor que eso... -me lo bebo rápidamente- No soy lo suficientemente bueno para ella... Nunca lo seré -me lo vuelve a llenar-
-Quizá no estéis hechos para estar juntos... Lo mejor es olvidarlo cuanto antes y empezar de nuevo
Lo único que recuerdo es eso, me pillé un pedo del 15, no recuerdo nada más que algunos besos con aquella camarera morena, pero se ve que la cosa fue a más por lo que entiendo en el mensaje, aunque a lo mejor se lo ha inventado para volver a vernos y sí pase algo de verdad. Pero no, quiero a Anna y no pienso hacer nada para cagarla otra vez. Solo que si lo que pone en el SMS es verdad más vale que no se entere....
Unas caricias en mi pecho y unos besos en el hombro me sacan de mis pensamientos.
-Buenos días, mi niño imbecil -dice aún con voz de dormida. No puedo evitar sonreir-
-Buenos días mi niña idiota -giro el cuello y la beso-
-¿De quién era el mensaje de anoche?
-¿Qué? N.nada, mi hermano que va a León mañana -lo mejor de todo será mentirla, borrar el mensaje y aquí paz y despues gloria. Me sigue dando besos y no puedo evitar sentirme culpable por lo que hice, fueron unos besos, pero ¿y si a lo mejor fue a más y no me acuerdo?-
-Dani, estás muy raro ¿me puedes explicar que te pasa?
-No me pasa nada, no te preocupes... -me levanto y me visto de nuevo-
-¿Que no te pasa nada? ¿Entonces por qué no me respondes los besos ni nada? No me engañes, te pasa algo.
-Anna, me duele la cabeza sólo eso, dejame...
-Me preocupo por ti, ¿no lo entiendes?
-No me pasa nada, joder.
-Soy rubia, no idiota. Me preocupo por ti y quiero saber lo que te pasa.
-Anna, de verdad, solo es un dolor de cabeza, no te preocupes, me tomo un ibuprofeno y se me pasa, ¿vale? -me agacho y la dejo un beso en la frente. Cojo mi movil y me bajo abajo a desayunar. Por el camino borro el mensaje. No quiero que se entere porque se joderá todo-

Para que un ángel pueda volar (Parte 2)

Creces, experimentas, aprendes, crees saber cómo funcionan las cosas, estás convencido de haber encontrado la clave que te permitirá entender y enfrentarte a todo. Pero después, cuando menos te lo esperas, cuando el equilibrio parece per­fecto, cuando crees haber dado todas las respuestas o, al menos, la mayor parte de ellas, surge una nueva adivinanza. Y no sabes qué res­ponder. Te pilla por sorpresa. Lo único que consigues entender es que el amor no te pertenece, que es ese mágico momento en que dos personas deciden a la vez vivir, saborear a fondo las cosas, soñando, can­tando en el alma, sintiéndose ligeras y únicas. Sin posibilidad de razo­nar demasiado. Hasta que ambas lo deseen. Hasta que una de las dos se marche. Y no habrá manera, hechos o palabras que puedan hacer entrar en razón al otro. Porque el amor no responde a razones... 

                                                                                        Federico Moccia- Perdona pero quiero casarme contigo

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Llegamos a la playa . Todos se meten corriendo a bañar, yo tardo un poco más, siempre he sido muy tardona en meterme. Ni si quiera me quito el pantalón que llevo, tan solo la camiseta, no voy a meterme mucho más de las rodillas, está el agua helada y eso que solo me está rozando los pies.

-¡Venga Annita, no seas floja! -Héctor me empieza a salpicar-

-¡Ahh, no, para. Que sino si que no me meto! -salgo corriendo hacia la arena-

-Va, Simon que está buenisima! -sale Dani y me coge de la cintura metiendome en el agua hasta la cintura-

-¡Eres tonto, Dani! ¡Está helada! -me abrazo a él intentando calmar el frío-

-Eres tonto, Dani... -me hace burla y me da suavemente en la nariz. Le saco la lengua y se ríe- Dame un beso

-No... Me has metido aquí a la fuerza..

-Vamos, todos sabíamos que sino no te ibas a meter... -se ríe y me besa él- 

-Ya, pero eso no significa que me tengas que meter así -le doy un pico- Podrías haber sido más delicado -digo con voz de niña-

-Claro, para que te escapes. No cuela, Simon... -se ríe y me achucha- ¿Luego me vas a acompañar con el coche que he alquilado?

-¿Pero a dónde quieres ir? -le pregunto extrañada-

-No lo sé, por ahí -me río- habrá que conocer la ciudad, ¿no? 

-Dani, como nos perdamos te mato

-¿Quieres dejar de preocuparte por todo? De verdad, que cansina eres a veces

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Después de cenar me subo a nuestra casa a cambiarme ya que me he empapado la ropa. No fue muy buena idea eso de meterme con ella... Eligo unos shorts blancos, una camiseta de flores y otro bikini. . Al salir por la puerta veo un descapotable antiguo azul celeste y dentro a Dani con sus gafas de pasta rojas.

-¿Sube señorita, Simon?

-Estás loco, Daniel -me río y me monto en el coche- Espero que sepas por donde vamos...

-He mirado una ruta que está bastante bien... -Arranca y salimos a la carretera. A saber donde me lleva-

Me siento como los indios y pongo algo de música. Los Rolling Stones "Route 66"

-Vaya, ¿lo tenías planeado? -me río-

-Que va, vendría ya con la cinta puesta -dice mirando a la carretera-

Sonrío y le miro mientras conduce: -Dani, gracias por hacer ver que te importo y que me quieres. No sabes lo que significa para mí que me hagas todas estas sorpresas

-No me des las gracias, enana. Sabes que lo hago porque eres lo que más me importa en el mundo -pone una mano en mi mulso y me acaricia despacio. Coloco mi mano encima suya y las entrelazamos- 

-Te amo, Dani. Sé que no me equivoque en darte otra oportunidad. Menos mal que me di cuenta a tiempo... -le beso en la mano y seguimos recorriendo la carretera. Ahora mismo no sé donde estamos pero es perfecto, el coche, el paisaje, el atardecer, nosotros... -

Paramos en un campo, queda muy poco de sol. Así que nos paramos para disfrutarlo un poco. Nada más parar el coche me abalanzo sobre él cogiendole de la cara y le beso agradeciendole este increíble viaje. Se ríe en el beso y nos quedamos así un rato.

-Gracias de verdad, Dani y no me digas que no hace falta que te las dé porque quiero hacerlo. Eres increíble. -le abrazo algo emocionada y él me sigue el abrazo apretandome contra él-

-Te amo, pequeña... Eres lo mejor que tengo -me deja muchos besos en el cuello-

Nos bajamos y paseamos un poco por el campo agarrados de la mano y haciedonos bromas y mimos. 

-Una carrera, a ver si me pillas -me río y salgo corriendo-

-Eh eso no vale, has empezado antes! -sale corriendo tras de mí. Cuando no puedo más me tiro en el suelo y él cae a mi lado sin dejar de reír- 

-En este caso... ¿Quién ha ganado? -me mira riendose-

-Yo -me río- y quiero un beso de recompensa -me tumbo encima suya y nos besamos despacio. Enredo mis dedos en su pelo mientras que él pone sus manos en mi cadera. Rodeamos varias veces sin dejar de reir y besarnos hasta que decidimos levantarnos para volver y que no se haga muy de noche.  

Nos montamos de nuevo y tras otro largo viaje de vuelta volvemos a casa.

-Carlos me ha dicho que iban a estar por la feria que han montado. Si quieres nos cambiamos y nos pasamos por allí, me han dicho que hay noria -sabe que me encanta esa atracción-

-¿Y aún dudas que no vayamos a ir? -me río- por cierto, te mudas a mi habitación. Así dormimos juntos y la mía es más grande -le doy otro beso- 

-Me parece perfecto, me meto a la ducha, ¿vale?

-Sí, yo también... Sobre las nueve y media salimos que sino ya van a empezarse a preocupar -me río y nos metemos cada uno a su baño-

Me pongo unos vaqueros con una camiseta negra, un chaleco vaquero y unas cuñas bajas. Coleta para que no me moleste el pelo y un poco de rimel y listo. 

-Cada día te veo más guapa -dice cuando salimos por la puerta-

-Eso es mentira. Estoy como siempre -vamos andando sin soltarnos de la mano. Despúes de unas cuantas vueltas encontramos a los demás-

-Annita, ya nos estás contando a dónde te ha llevado y qué habéis hecho -Las chicas me acorralan y Dani se va con sus amigos-

-Chicas, ya os contaré en otro momento, ahora no es el adecuado. Sólo os diré que ha sido increíble -sonrío ilusionada-

-Vale, pero cuando nos lo cuentes queremos detalles! -Dice Patri-

Nos reímos y volvemos con los chicos. Tomamos algo y después damos una vuelta por la feria

-¿Quieres montar en la noria? -Me dice Dani al oído-

-¡Claro, vamos! -salgo corriendo hacia donde está montada y esperamos la cola-

Nos montamos y seguimos con nuestras caricias y mimos.

-Te amo, Annita... -dice después de un tierno beso- 

-Gracias por hacerme sentir especial... Por hacerme volar -le acaricio la cara-

-¿Esto es lo que se necesita para que un ángel pueda volar? 

Para que un ángel pueda volar. (Parte 1)

Tú. La que habla por encima del ruido de los coches y de la lluvia. No sé muy bien ni el cómo ni el por qué, pero tú cambiaste mi forma de ver el mundo. Me miras y haces que piense en ti constantemente. Eres tú lo único que me sostiene. Y ahora estoy listo para soportar todo lo que venga si tú estás conmigo. Cuando una mirada cruza los límites establecidos, cuando te das cuenta de que siguen revoloteando las mariposas en tu estomago cuando aparece, con esa sonrisa perfecta , con esa mirada indescifrable, cuando reconoces esa risa que llevas viendo desde que tienes uso de razón, esa forma de andar que serias capaz de descubrir en la oscuridad total. Ahí es cuando te das cuenta, que conoces cada uno de sus defectos y cada una de sus virtudes, y que absolutamente, te encanta.
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-Annita... Vamos dormilona que nos bajamos a la playa... -la acaricio la cara sin dejar de sonreirla, es tan perfecta... Incluso dormida...-
-Mmmm... he dormido tres horas sólo... -se gira dándome la espalda-
-Te das un baño y te despejas -la abrazo por detrás dándola besos en el pelo- y luego si quieres te subes y después de comer te duermes un rato... ¿Qué me dices?
Respira hondo y se gira abriendo los ojos lentamente:- Vale, bajo pero no creo que me bañe, aún está el agua fría.. Estamos en abril...
-Como quieras, mi niña -la aparto el pelo de la cara y la doy muchos besos en la mejilla- Me voy a desayunar, no tardes en bajar, ¿vale? -me levanto y la doy un último beso en la frente- te amo.

-¡Buenos días, muchachos! -digo eufórico y sonriente-
-Uy, ¿pero qué te pasa a ti? -pregunta Héctor-
-Que vuelvo a estar con Annita -le sonrio y le doy una palmada en la espalda y cojo una manzana-
-¡¿De verdad?! -dice Andrea- ¡Te lo dije, Dani! ¡Me alegro muchísimo! -me sonríe y me da un abrazo-
-Bueno, ¿y dónde está ella? -pregunta Héctor-
-Pues despejándose supongo, no pudo dormir mucho esta noche
-A saber que habéis hecho -se ríen todos-
-Fue muy especial, ¿vale? y luego no se podía dormir, sólo eso -me río yo también un poco avergonzado-
-¡Muy buenos días! -Baja ya vestida y muy sonriente, está realmente preciosa-
-Bueno, bueno, bueno... Ya nos ha contado Dani que anoche... no dormisteis mucho -bromea Héctor-
-No me podía dormir, sólo eso -se ríe y se acerca a mí, me agarra de la cara y me besa. Los demás empiezan con las tipicas cosas de "¡que le vas a gastar!" "¡dejad un poco para la intimidad!"- ¿Me preparas un café? -dice separandose y riendose. Parece que volvemos a ser los de antes... Los que no necesitaban aparentar que estábamos bien, ahora nos sale solo, como al principio.-
-Estás loca, Simon... -la abrazo pegandola a mí, la doy un pico y voy a prepararla el café-
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-¡Annita, se os ve genial, me alegro muchísimo! -Andrea se acerca y me da un abrazo-
-Muchas gracias, Andrea... Espero que esta vez salga bien, estoy muy ilusionada.
-Segurísimo que sí, Dani siempre sorprende. Por cierto, ¿qué te hizo anoche para que volvierais?
-Pues... Me dejó una carta en mi mesilla, la leí cuando volvimos del pub y mientras la estaba leyendo, serían ya las 2:30 me vino a buscar a mi habitación y me llevó a la suya. Tenía la cama llena de pétalos de rosa y una botella de champán. Me dijo todo lo arrepentido que estaba y bueno... al principio le dije que no... pero, Andrea, lloró y todo... y para que él llore... -digo sin quitarle el ojo de encima a Dani que está bromeando con sus amigos- lo volvió a intentar y acepté darle una segunda oportunidad... Lo celebramos -sonrío al recordarlo- y hasta ahora
-Jolín... Que bonito, Anna... Cuantas quisieramos tener a un chico así a nuestro lado, mira a Héctor, que lo único "romántico" que ha hecho por mí es comprarme el pastor alemán que quería de pequeña -nos reimos mirando a Hector.-
-Un delicioso café para la mujer más guapa del mundo -se acerca por detrás y me da la taza mientras me deja un beso en el cuello-
-Me voy de aquí, que dais mucha envidia -dice Andrea y ambos nos reimos-
-Me alegro de que volvamos a ser la envidia de la gente -me sonríe y me pega a él-
-La verdad es que yo también. -estamos a punto de besarnos cuando Carlos interrumpe-
-A ver tortolitos, he hablado con una tienda de alquiler de coches así barata, pero no tienen coches de más de cinco plazas entonces, una pareja tiene que cogerse un coche para ellos solos
-Nosotros. -dice Dani nada más terminar de hablar Carlos-
-Vaya, pensaba que iba a ser más dificil convenceros -se ríe- Pues todo arreglado... Vamos a la playa, que ya tengo ganas de bañarme. ¿Te vienes Patri? -le da un pico a su novia y nos quedamos solos-
-¿Para que queremos un coche para nosotros solos? -le pregunto extrañada-
-Tú dejame a mí, sé lo que hago -se ríe y nos unimos a todos.-

Amor, así te llaman.

La verdad es que me costó bastante decidirme si seguir hacia delante y no pararme ni un minuto más para pensar en ti o volver para regresar contigo. Quizás estuviera indecisa por todas las consecuencias que puede traer esta segunda opción, pero no podía seguir sin ti hacia delante . Sabia que te iba a echar mucho de menos y que lo de olvidarte para mi iba a ser una misión un poco complicada pero no imposible. Luego pensé en todos esos momentos que vivimos juntos, esos que todavía tengo guardados en algún cajón de mi mente y recapacité.
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Poco a poco la cama que estaba perfectamente hecha se empieza a deshacer, al igual que nuestra ropa. Tardo poco en deshacerme de esa camisa blanca y lanzarme a su cuello, añoraba demasiado que se estremeciera con mis besos. Me separa un poco para quitarme mi camiseta de tirantes que tengo como pijama, él también está ansioso por clavar sus dientes en mi cuerpo. Rodeamos quedando él encima sin separarnos ni un milímetro, como podemos nos quitamos la ropa sobrante. Mi corazón y mi respiración van a mil por hora, como el de él, supongo. Nos miramos fijamente, asiento con la cabeza y eso le da pie para comenzar a hacerme el amor.  Le rodeo su cuerpo con mis piernas y él entrelaza sus manos con las mías sin dejar de besarnos. Le aprieto las manos con fuerza mientras se me escapa algún que otro suspiro. Deja de besarme, aumenta el ritmo y comienza a suspirar. Me agarro a su espalda clavandole las uñas, realmente echaba de menos que me hiciera el amor así...Me hace sentir muy querida.
Tras hacerlo dos veces más decidimos que ya es hora de dormir. No consigo dormir más de dos horas, son las seis y media y no aguanto ni un minuto más en la cama, sin embargo él duerme tan agusto. Le observo un rato y me pongo mi ropa interior y su camisa para bajar a por un poco de leche a ver si me hace dormir aunque sea hasta las 10... Me la caliento en el microondas y subo de nuevo a su habitación para tomarmela en la terraza. Hace un poco de frío pero no importa, se está muy agusto aquí. Ahora mismo no hay nada que me quite esta sonrisa de idiota de la cara, ha sido una noche muy rara y muy perfecta a la vez. Como nuestra relación, supongo. Me sigo tomando mi vaso de leche tranquila y muy relajada, cierro los ojos y me limito a escuchar  las olas del mar y a oler el inconfundible olor de la playa.
-Esa camisa te queda jodidamente sexy -Pego un salto del susto que me ha dado y automáticamente se ríe y me abraza por detrás besandome el cuello- ¿Qué haces aquí tan pronto?
-No podía dormir así que bajé a por un poco de leche caliente -sonrío y me apoyo con la espalda en su cuerpo- Me has asustado, tonto...
Se ríe y me achucha más fuerte:- ¿Por qué no podías dormir?
-No sé, estaba cansada, pero me ponía a dar vueltas a todo lo que ha pasado esta noche y no era capaz de dormirme -me termino el vaso-
Me mira sonriendome y se ríe a la vez.
-¿Qué? ¿Qué pasa? -me río yo también-
-Tienes... -se señala el bigote sin dejar de reirse-
-Daniel! ¿Qué te pasa?
-Que tienes bigote de leche -se acerca riendose y me besa quitándomelo-
-Estás tonto, eh? -me río y me relamo- Venga, vete a dormir anda, que estarás cansado. Yo me quedo aquí hasta que me entre el sueño -le doy otro beso-
Me deja de abrazar y me coge la mano:- Anna, gracias por darme otra oportunidad, de verdad. No desaprovecharé ni un segundo de poder estar contigo
Le sonrío y le acaricio la mano: -No me tienes que agradecer nada, Dani. Yo también necesitaba estar contigo. -le abrazo con fuerza dejandole un beso en el pecho y se vuelve a la cama-


Ser su rutina preferida.

La ultima vez.

Una vez mas me has hecho sonreír. Me has vuelto a hacer creer en lo que ya no creía. Ya no tengo miedos ni dudas, lo tengo claro. Ahora veo la verdad. Veo todo lo real. Hay segundas oportunidades. Se que si no te tengo reviento. Se que te necesito a mi lado, lo se y tu también. Porque fuiste tu el que me hiciste ver que te necesitaba. Creía que no, que yo sola podía. Me mentía a mi misma. Escondía las verdades entre un montón de mentiras. Pero todo eso ya pasó, ahora se que tu te quiero es sincero. Ahora se qué es lo que quiero. Todo contigo.

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Tras otra sincera declaración por su parte, ya van dos en la misma noche, me quedo mirandole aprentando sus manos, él me mira esperando una respuesta. La verdad es que tiene razón, lo mismo con el paso del tiempo consigo olvidarle y ninguno de los dos queremos eso, pero no sé que hacer. Tengo miedo de que con el paso del tiempo uno de los dos encuentre a alguien y ya si que se acabó del todo. Me estoy mintiendo a mí misma, me estoy haciendo creer que no le necesito pero sé que sí y que no voy a necesitar a ningún otro chico a mi lado más que él. Mi alocado Daniel, ese que nunca había estado enamorado y he tenido el privilegio de ser yo la primera y espero que la última. Ese chico con aspecto descuidado y a la vez detallista que llama la atención allá por donde va. ¿Y lo orgullosa que me sentía yo cuando salíamos a la calle y todas las chicas le miraban, qué? Quiero volver a sentir esa sensación de "poder" de decir: es mío y como se te ocurra tocarle te las ves conmigo. No puedo desaprovechar esta oportunidad, a lo mejor si fuera otra persona ya me hubiera dado la patada en cuanto le dejé, pero él no, sabe que se equivocó y está aquí, al pie del cañón para que vea que le importo y que, joder, que me quiere. Y aunque no lo exteriorice tanto como antes sigo sonriendo cada vez que le veo y me muero cada vez que pasa por mi lado y se queda su olor cerca de mí. 

-Tengo miedo.... -me cuesta mucho hablar ahora mismo-

-¿Miedo? ¿De qué?

-Miedo a que me falles. Miedo a no tenerte a mi lado, a no volver a verte. A no ser nunca mas ni tu niña ni tu enana. Miedo a estar sin ti. También tengo miedo de fallarte. A ya no ser lo que buscas. A que dejes de quererme. La idea de no estar a tu lado acojona. Me haces mucha falta, Dani. Te necesito conmigo. ¿Puedo pedirte algo?

-Lo que quieras mi niña... -sonríe acariciandome la cara algo más tranquilo-

-Que estés siempre a mi lado. A cambio todas mis sonrisas irán para ti. Serás lo primero en lo que piense cuando me levanto. Serás lo único que importa realmente en mi vida, bueno, ya lo eres. A cambio de eso sólo te pido que estés conmigo, por favor.

Me sonrié con esa sonrisa tan amplia que tiene, sincera, transparente y rebosante de felicidad, lógicamente yo no puedo hacer otra cosa que no sea devolversela.

-Eso ni se pide, Annita. Claro que estaré siempre a tu lado -me guiña un ojo sonriendo de lado, me suelta las manos para abrazarme fuerte. Le sigo el abrazo agarrando su camisa y escondiendo mi cabeza en su cuello dejando caer unas cuantas lágrimas.- Olvidemos el pasado y empecemos desde cero, por favor.

-No... porque todo lo que he vivido junto a ti ya sea bueno o malo ha sido increíble y no lo cambiaría por nada... Quiero que si volvemos no olvidemos lo que hemos vivido.

-Vale... Como tu quieras, enana. -me da muchos besos en el pelo y me acaricia la espalda como hacía antes- Quiero ser el que encabece tu lista... Anna, mirame por favor... -me separo lentamente y le miro a los ojos- Va a ser la última vez que te pregunte esto, la última -recalca- si no quieres, se acabó ¿vale?

Asiento mirandole a los ojos sin ninguna expresión. 

-¿ Lo volvemos a intentar?

-Sí. -le digo totalmente convencida y me abalanzo sobre él tumbandole en la cama y besandole sin dejarle hablar. Parece que le ha costado un poco reaccionar pero finalmente se adapta al ritmo del beso.-

No pensaba que todo pudiera volver a ser igual a como era antes pero todo esta mas o menos parecido. En este tiempo hubo un pequeño caos pero todo ha vuelto a la normalidad. Pensé que ya había llegado al final del camino pero hemos vuelto al principio. La verdad es que esto no parecía tener final pero uno de los dos iba a tener que poner un punto y a parte y debíamos seguir hacia delante pasara lo que pasara.Sin embargo, otra vez estamos aquí, de nuevo, en el principio, tú y yo. Quizá esta oportunidad era la mía y la verdad es que no la iba a dejar escapar, pero puede que esto no lo haya hecho ni por ti ni por mi, si no por los dos.

Mil y una vez más.

Sinceramente yo ya no me creo nada. Me mintieron una vez tras otra con un falso te quiero. ¿ Porque creerte a ti ahora? ¿ Por ser otro? Lo siento por ti, pero me da igual si ese me gustas es real o solo una farsa más. Me la suda si te hago daño o no. Yo ya me canse de que me mintieran. Me harté de estar con el corazón hecho mierda una y otra vez. Porque ahora no me basta con un te quiero más enana. Ahora pongo nivel. Nivel para que me demuestres si es verdad lo que sientes. Nivel para que lo dejes todo por mi. De que te de igual la opinión de la gente, lo que digan o dejen de decir. Por mucho que te coman el coco, digas, sí esa es mi chica, mi enana y la quiero como a nada. Y por supuesto nivel para que te des cuenta de que ya no me dejo engañar por cualquiera. Que solo pido dos cosas básicas. Que solo pido que a partir de ahora los te quieros sean sinceros. Que no solo se digan, que también se demuestren. Pero por si acaso, nos vemos cuando el destino tenga que juntarnos, mientras tanto, cuídate, se feliz.

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-Dani... -Le pongo las manos en su pecho para que se separe- No puedes esperar que todo vuelva a estar como antes con unas cuantas frases bonitas. Te lo has currado, sí. Pero no es suficiente para que volvamos juntos ni mucho menos. Sé que te ha costado mucho decir todo lo que sientes y que sólo quieres que estemos juntos. Pero mi opinión también cuenta y... No creo que ahora sea el momento. -agacho la mirada- 

-¡¿Y cuando lo va a ser, eh?! ¡¿Cuándo ya estés con otro y ya no tenga posibilidades de hacer nada para recuperarte?! ¡¿Cuándo mientras yo esté en mi puta casa hecho polvo tú estés con ese Hugo dándole los besos que yo necesito?! ¡¿Ahí será cuándo podamos estar juntos?! -me mira alterado con las lágrimas en los ojos-

-¿Quién te ha dicho lo de Hugo?

-Eso no importa. Lo que de verdad importa es que estoy jodido por ti y parece que te gusta que lo esté. Estoy pasándolo fatal y a ti lo único que te importa es saber quién me ha dicho lo de Hugo. Joder, si sabías que esto no iba a funcionar para que me has dejado montar toda esta gilipollez. Haberme dicho que no desde un principio y así me hubiese ahorrado ser el gilipollas de turno que es rechazado por tercera vez. ¿Lo haces para reírte de mí, no? Porque no le veo otra explicación.

-Sabes que no es así, Dani. Nunca me reiría de ti.

-No te creo Anna... ¿Sabes?  Vete con él, disfruta con alguien que de verdad te pueda aportar algo. Yo ya desisto con lo nuestro...

-¿De verdad es lo que quieres?

-No, pero es lo que quieres tú. No te puedo obligar a que te quedes a mi lado. Si no quieres pues nada, ya habrá otra chica que sí quiera. A mí me encantaría que fueras tú porque eres la chica de la que estoy enamorado pero si no es posible no pasa nada. Dicen que un clavo saca otro clavo, ¿no?

Se me humedecen los ojos, tengo un nudo en la garganta que a penas deja pasar el aire. Si yo lo estoy pasando mal, él... es que ya ni me lo imagino.

- Daniel... eres un chico genial y eres increíble. No puedo negar que ya no te quiero porque estaría mintiendo pero necesito que pase el tiempo...

-¿Para qué? ¿Para olvidarme del todo? 

-No, para darme cuenta de cuánto te necesito. Ahora sé que te necesito, pero quiero saber hasta cuanto puedo estar sin ti. Lo mismo puede ser un día que pueden ser meses... Quién sabe.

-¿Y yo mientras tanto qué? Bastante mal lo he pasado ya y sólo llevamos un mes separados.

-Mientras tanto sé fuerte... -le acaricio la cara pegando mi frente a la suya-

-Anna... No me pidas eso porque sabes que no puedo... Sé que me terminarás olvidando y que encontrarás a otro y que yo mientras como un gilipollas te seguiré queriendo y no encontraré a nadie que te sustituya. Annita, por favor... Yo no te pido que estemos ya como antes, sino poquito a poco, a paso de tortuga si hace falta... Pero es que yo no te puedo sacar de mi vida así como así y hacer como si no ha pasado nada, y ni mucho menos estoy preparado para pasar mas tiempo sin ti, ni preparado para verte con otro tío... Sé que puede sonar egoísta pero te quiero únicamente para mí, pequeña, en mi corazón has llegado a ser muy grande. Y volvería a apostar por ti y por nosotros una y mil veces.

Quiero que volvamos a intentarlo.

POR FAVOR DECIDME QUE OS PARECE LA HISTORIA Y LOS CAPÍTULOS EN LOS COMENTARIOS O EN TWITER, QUE SI NO NO SÉ VUESTRAS OPINIONES Y ME LÍO A ESCRIBIR SIN SABER QUE OS PARECE.

Por fin sentir que lo puedo hacer.

Media hora después llegan los demás, la primera en entrar es Andrea que viene con Patricia y Paula, las tres inseparables. Mientras esperamos a los demás cogemos unas cervezas y nos sentamos en la terraza de la casa. Andrea no deja de mirarme, una mirada bastante segura, la verdad es que acojona, teniendo en cuenta que a mí no me llega la camisa al cuerpo de los nervios que tengo, intento aparentar seguridad pero mi mirada dice todo lo contrario, nervios y muuuchas inseguridades. No sé si lo de la carta va a salir bien, no creo que se la dé, la parecera una gilipollez... Andrea me sonríe y asiente con la cabeza dándome a entender que haga lo que sea que tengo pensado, que en verdad no tengo nada más que la cutre carta que la he escrito. Esto va a acabar mal, lo presiento y voy a quedar aún más gilipollas.

21:45 de la noche hemos terminado de cenar y saldremos a dar una vuelta por ahí, la verdad es que no me apetece nada y estoy agotado... No he parado de pensar que hacer para estar a solas con ella, supongo que la pillaré un rato por la noche cuando volvamos y a ver que pasa, estoy muerto de miedo. Me guardo el folio doblado en el bolsillo y cuando me aseguro que sólo quedo yo en la casa paso a la habitación de Anna y se la dejo en la mesilla. Paseamos por el puerto y nos quedamos en un bar que parece chulo. Pff.. No puedo dejar de mirarla, sigue como ese día en la casa de Héctor, riendo sin parar y haciendo como si no estoy, decidido, paso de hacer nada para recuperarla... Me va a dar calabazas seguro. Andrea vuelve a mirarme y se acerca a mí disimuladamente.
-¿Qué tienes pensado?
-Nada... No voy a hacer nada, Andrea... -digo cabizbajo.-
-¿Y eso por qué? Dani, espabila que la pierdes
-¿Más? Andrea, ¿pero tú la has visto? ¡Está a su bola! Pasa de mí.
-No digas tonterías, ¿a caso no te has fijado en la cena?
-Pues no... ¿qué ha pasado?
-No te quitaba el ojo de encima
-Mentira la he estado mirando todo el rato, me hubiera dado cuenta
-Dani, las mujeres sabemos disimular muy bien. Y te lo digo yo !que lo sé todo de ella!. Mira, te voy a ayudar, Hugo, el chaval este que conoció. Ya te digo que pasa de él totalmente, así que a por ella, Daniel -Me sonríe y me guiña un ojo volviendose a unir a la conversación de los demás-
Eso me da un respiro, de momento no le interesa el tal Hugo, tengo que reaccionar porque sino me parece que no la vuelvo a recuperar.

                                 
Como no la consiga recuperar con esto yo ya no sé que más hacer... Estoy muy nervioso... Son las 2 y media de la mañana y aquí estoy, cambiandome de ropa por tercera vez en el día. Me abrocho la camisa, me miro en el espejo por ultima vez, cojo la rosa y me dirijo a su habitación. Resoplo y llamo flojito para no despertar a nadie. Segundos después la puerta se abre, no puedo estar más nervioso ahora mismo... Sale con mi carta en la mano, con su pijama de siempre y un moño deshecho.
-¿Qué haces aquí? -dice susurrando y riéndose levemente-
Me apoyo en el marco de la puerta y me acerco un poco a ella tendiendole la rosa:- ¿Te vienes conmigo?
-¿A dónde? -la coge delicadamente. Como echaba de menos tenerla tan cerca-
-A un sitio -la sonrío-
-Estás loco, de verdad. ¿Qué haces aqui? -se aparta un pelo de la cara sin dejar de sonreír-
-Venga, vente -sigo susurrando e insistiendo-
-¿A dónde me llevas? -vuelve a preguntar-
-A un sitio que te he preparado -me río levemente, dios, soy patetico, no paro de temblar. Espero que no lo note-
-Madre mía... -se pone la mano en la frente-
-¿Te vienes?
-Es para matarte... -se ríe y sale de la habitación. Bien, un paso adelante, se viene-
Vamos andando hasta mi cuarto
-Ay Dani... de verdad, ¿dónde vamos?
-A mi cuarto... Cierra los ojos...
-¿Qué los cierre? Vale... -se ríe nerviosa y los cierra con una sonrisa de oreja a oreja-
-No vale mirar, eh -abro lentamente la puerta y la agarro de una mano pasando a dentro-
-Daniel... Te voy a matar -dice riendose- ¿Ya?
-Es una tontería eh.. -me rio levemente-
Abre los ojos y ve la cama llena de pétalos de rosa con velitas por la mesilla y champán en una cubitera. Se queda boquiabierta y empieza a reirse con esa risa nerviosa que me encanta
-Que bonito, Dani... -Se sienta en la cama-
-¿Te gusta?
-Sí, está muy chulo. Te lo curras ¿eh?
Me río nervioso y me rasco la nuca.
-¿Qué horas son estas de venir a buscarme? -dice mientras la sirvo champán-
-Ya sabes que a mí me gusta dar sorpresas
-Ya, ya, me he dado cuenta -se ríe-
Me relamo tras beber un poco de la copa, y suspiro dispuesto a decirla lo que de verdad siento por ella y lo arrepentido que estoy por todo.
-Anna, no sé que te habrá parecido la carta... Pero lo he hecho pensando en lo imbecil que fui al dejarte escapar hace un mes, bueno y meses atrás cuando no te di lo que te mereces... -Trago saliva y la miro- Lo he pasado francamente mal este mes sin ti a mi lado, no sé, cada vez que alguno de estos decía tu nombre.. Pff... Sentía una cosa dentro que no puedo ni explicar... Sé que no he sido el mejor novio del mundo... Sé que debí comprarte flores y darte los besos y abrazos que casi nunca te daba, espero que sepas perdonarme. También se que debería haber estado contigo cuando me lo pedías y no sólo cuando me apetecía. Fui un egoísta que no supo valorar lo que tenía delante -la señalo, tengo los ojos humedecidos, no quiero llorar... Respiro hondo y sigo hablando.- y al final t.te fuiste... -empiezan a caer lágrimas que quito rapidamente- No sé si tengo posibilidades de arreglarlo. Sé que me equivoqué y posiblemente sea muy tarde para recuperar el tiempo perdido -me muerdo el labio para contener las lagrimas pero es inutil- Sólo quiero que sepas que si volvemos o... lo que sea, te juro que, que no seré así, de verdad -la agarro la mano y la aprieto fuerte- he aprendido y no quiero descuidarte ni un segundo más.
Me aparta la mirada un segundo y después vuelve a mirarme

-No sé que me pasa contigo Dani... Eres diferente al resto... -me quita las lágrimas- Ay... Qué voy a hacer contigo, Dani... -se pone un mechón de pelo tras la oreja-

-¿Qué vas a hacer? -la sonrio de oreja a oreja mirandola- Estoy loco por besarte...

Sonríe avergonzada y se tapa la cara riendo: -Me pones nerviosa...

Me acerco sonriendo y la dejo un beso en el hombro. Respiro su olor de nuevo, que ganas tenía... Alzo la mirada y la sonrío. Me separo un poco y la acaricio la cara, no puedo dejar de sonreír. Entrelaza su mano con la mía riendose nerviosa. Acaricio su mano y la separo para abrazarla y traerla hacia mi. Es ahora o nunca... Con el brazo libre la agarro de la cara y empiezo a besarla, un beso en el que intento transmitirla que estoy arrepentido, que la necesito a mi lado y que nunca, nunca más la dejaré sola. 

-Te amo, Anna... -pego mi frente a la suya sonriendo y la vuelvo a besar con ternura-

Debí darte todas mis horas cuando tuve la oportunidad.

Por ti, por mi, por volverte a ver.

Amor.Según la RAE: 1.Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
2.Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
3.Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
 Me han dicho tantas mentiras sobre el amor que ya no sé qué creerme. ¿En serio? ¿De verdad creéis que es todo eso? Permitidme ponerlo en duda, porque para mí, el amor no se parece en nada a lo que vosotros definís como ello. Antes para mí el amor no significaba nada, pero desde que te conozco es... algo así como una "adicción". Cada día le necesito, te necesito, de las mejores drogas, es la peor. Amor es darlo todo y aún crees que es poco. Matas por una simple muestra de cariño... Aún no conozco esa faceta del amor en la que todo es felicidad, llegué a saborearlo un poco allá por el mes de diciembre, pero unos meses atrás comencé a notar el amargo sabor de este sentimiento. Quiera o no ya estoy enganchado a él y tú vas ligada a él, y tu sonrisa, y tu cuerpo, y tus ojos, y tu forma de ser, y tu mirada...
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Llego a la casa donde vamos a pasar toda la semana, soy el primero así que elijo habitación, tampoco quiero algo muy grande porque para estar sólo... Si estuviera con ella seguramente eligiría la mejor de toda la casa. Dejo la maleta en el suelo y me tumbo en la cama con mi móvil y pongo el modo aleatorio de la música. "This love- Maroon 5". Me acomodo y empiezo a pensar en ella y nuestra historia, ¿cómo pude estar tan ciego para no ver lo que pasaba? Si pudiera volver atrás, lo cambiaría todo completamente. Su adiós se repite una y otra vez en mi cabeza y aún me arrepiento de no haber salido corriendo ese día, pero ya es tarde, un mes tarde, concretamente. Y no sé si estoy preparado para volver a verla, a lo mejor la veo y me derrumbo, o a lo mejor salgo corriendo y la beso, seguramente que se apartaría, a parte, me apuesto todo a que va a ir detrás de ese chico que habla con ella, así que no me voy a ilusionar. Ni si quiera sé si voy a hacer algo para intentar recuperarla, lo veo todo tan negro que se me quitan las ganas. Ay Anna... mi niña... ¿por qué dueles tanto? Te juro que cuando vuelvas a ser mía no te voy a soltar en la vida. Sé que no me he portado bien contigo, en parte porque nunca había estado enamorado tanto como lo estoy de ti, lo poco que hacía no era suficiente y entiendo que te cansases, perdoname...
Me levanto con los cascos puestos y busco por la casa unos cuantos folios y un boli. Cuando los encuentro vuelvo a mi cuarto y sobre la mesilla empiezo a escribir.
"Anna, aún no sé muy bien por qué estoy haciendo esto y, aunque no te interese mucho por favor te pido que lo leas. Sé que pensarás que soy un capullo, un subnormal, un gilipollas... y sí, no te quito la razón, pero soy un gilipollas que te ama, no sé si merezco amarte, sinceramente, no te mereces a alguien tan imbécil como yo. Pero te amo y no puedo dejar de hacerlo. No sé como habrás pasado este mes, si habrás conocido a alguien que te haya hecho feliz de verdad o que. Pero para mí este mes ha sido el más desastroso de mi vida y me he dado cuenta de que eres la chica que quiero, no sabes lo mal que lo he pasado... No es por dar pena ni mucho menos, sabes que no soy de esos, que cuando digo una cosa es porque así la siento. Quiero que me perdones por no saber hacerte feliz, lo intenté, pero no resultó. No me quiero rendir tan facilmente... Quiero estar contigo, Anna y demostrarte que te puedo hacer feliz,  procuraré hacer las cosas bien y que te sientas lo más querida posible. Si esto no funciona te dejo en paz de verdad, pero al menos dejame intentarlo una vez más. No sé como saldrá pero tengo que hacerlo para poder seguir adelante con mi vida, contigo o sin ti.
Te amo, mi niña."

Dijiste adiós, pero no volverás a decirlo.

Nunca fuí capaz de entender que no sólo mi mente es un mundo

Hoy soy dos. Dos caras de mi vida, dos verdades y dos pensamientos diferentes. Me he dividido en dos personas diferentes. Ambas reclaman una decisión acertada y coherente. Hoy soy dos y ya no soy yo misma. He caído en una profunda indecisión de un sentimiento que no sé muy bien como explicar. Soy protagonista de una ausencia, de un amor y de un olvido. Miedo, ganas de llorar, simplemente eso. Rabia al saber que le necesito. Mil vueltas a pensamientos y ni una sola respuesta. Soy distante y ausente, y los consejos que me dan no me dicen nada, simplemente para darme cuenta de que nadie me conoce. A decir verdad, ni yo misma me conozco. Cruzo mis recuerdos con posibilidades que rompen mis ánimos y mis expectativas. Quiero creer que pronto saldré de esta indecisión y entonces ya no seré dos, ni dos verdades, ni dos pensamientos, ni dos realidades sino que volveré a ser yo misma. No quiero ser más dos, pero no quiero ser una cualquiera.

Tras meter la bolsa de aseo en la maleta la cierro como puedo, me voy sólo una semana, pero siempre lleno la maleta más grande que tengo. Después de conseguir cerrarla me quedo sentada en ella calmando mi pulso que se ha acelerado, trago saliva y me aparto los pelos de la cara. Un whatsapp me saca de mi descanso, supongo que será Hugo, como cada mañana. A este chico le conocí en la discoteca no hace más de una semana, es muy majo y bastante guapo, aunque no nos hayamos visto más desde esa vez me cae muy bien.
Selecciono su conversación.
"Buenos días, guapisima ¿qué planes tienes hoy?"
"Pues en media hora salgo hacia Alicante a pasar la Semana Santa con unos amigos" -entre ellos Dani, no sé si estoy preparada para volver a verle, en verdad lo necesito porque este mes sin él ha sido el más largo de mi vida. Intento hacer como que le he olvidado, pero sólo yo sé que no es así, bueno yo y Andrea a la que la cuento todo sobre mi indecisión, la tengo frita a la pobre. También le he hablado de este chico, Hugo. Y entre unas cosas y otras me ha dicho que no me precipite, que lo de Dani está muy reciente y que no es la mejor idea. Así que la haré caso y no me precipitaré-
"Vaya... Entonces no podremos quedar hasta después de Semana Santa"
"Ya.. Bueno, tampoco pasa nada jajajaja. Algún día nos veremos. Te tengo que dejar que aún me quedan cosas que guardar. Un beso."
"Ok guapa, pues hasta otro momento"
Le estoy dando demasiadas largas al pobre chico, pero es que no quiero quedar con alguien sabiendo que aún estoy enamorada de Dani y que él también lo está de mí, no quiero que él sufra viéndome con otro tan rápido, tan sólo ha pasado un mes... Será mejor que deje de pensar porque sino no me da tiempo a todo. Me levanto y cojo de la cama la ropa que tenía preparada, camiseta de tirantes larga y de color coral con unos pantalones cortos blancos y un chaleco vaquero, converse blancas y lista. Cojo la maleta y bajo hasta el garaje poniendo rumbo hacia Alicante sin saber que va a pasar allí, no sé si dejarme llevar por lo que siento o pasar del amor y centrarme en divertirme con mis amigos y viendo a Dani no como un amor sino como un amigo...

Buenas noches, espero que las cosas se resuelvan bien.

No olvides que no te olvido.

-Haré lo que pueda, pero no te prometo nada, Anna es muy lista, se las sabe todas...
-Lo sé, pero es que no puedo estar sin ella...
-La quieres mucho, se te nota
-Puf... No sabes cuanto... Fui idiota al dejar que nos distanciásemos. Pensé que la podía tener para siempre
-Eso es lo que os ha pasado.. Anna dice que estaba muy quemada ya, y que estaba harta de tener que ser ella la que llevara la relación y no los dos...
-No la quito la razón, pero no sé... Estaba agusto y pensaba que ella también. Ahora que la he perdido lo único que quiero es que vuelva a confiar en mí y volvamos a estar juntos...
-Te voy a ayudar, Dani. Porque os merecéis estar juntos, pero ya te digo que no va a ser fácil...
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Es dificil entender las cosas cuando tu cabeza se niega a asumir realidades. Tener que admitir ante todos los que te rodean que estas jodido y no sabes cómo salir de ello. Siempre hay días claros en los que parece que todo irá mejor y que tan solo es cuestión de tiempo que las cosas vuelvan a su sitio. Pero esos días solo conducen a la desesperación. Intentas darle tiempo a tus pensamientos, para que se ordenen, se aclaren, fluyan hacia alguna salida. Intentas disminuir esa sensación de vacío absoluto que no te deja dormir. Quieres encontrar una solución pero no sabes por donde empezar. Cuesta aceptar, asumir y tratar. Es dicificil. Yo te esperaba a ti... A tu sonrisa al despertar. Esperaba que cuando me cayera tu fueses mi punto de apoyo. Las promesas no son tan fuertes como parecen. Tanto esperar para al final nada.
Ha pasado ya un mes... ¿sólo? Se me ha hecho el mes más eterno de mi vida, si ella a su lado la verdad es que todo se pasa muy aburrido y lento. Desde la barbacoa en casa de Héctor no he vuelto a tener contacto directo con ella, ni si quiera por teléfono, no sé si tendrá ya a otro, si estará mal, si quiere volver, si no... No sé absolutamente nada, aunque todo me apunta a que no quiere volver, si no me hubiese hablado, ¿no?
Estoy de camino al hotel donde vamos a pasar la Semana Santa Héctor, Carlos, Andrea, Patricia y yo y creo que Anna también pero no lo sé. Conduzco por la carretera hacia Alicante con Supersubmarina de fondo, concretamente Niebla. Me paro a escuchar la letra, dice algo así como "Piensa que si un día ella no está tu echarás de menos hasta su caminar, su despertar, su forma de hablar, su mal humor, su estar mejor, su pelo y su voz." Dios, es que me lo recuerdan constantemente.... El teléfono me saca de mis pensamientos, como voy conduciendo pongo el manos libres.
-¿Sí?
-Dani, ¿estás yendo para Alicante, no?
-Sí ¿por qué?
-Tienes que pensar algo para volver a consquistar a Anna, hay un tío que ya la está comiendo la oreja.
-Andrea, no me digas eso por Dios
-Te estoy diciendo que espabiles, Dani. Que ella no está muy receptiva porque sigue pillada por ti pero como no ataques esta semana me da que poco más vas a hacer.
-Pero... ¿se han acostado, besado o algo así?
-No, no, se conocieron en la discoteca y hablan por whatsapp y eso pero de momento no se han vuelto a ver. Así que aprovecha esta semana, por favor.
-Vale, me inventaré algo, gracias Andrea... -Cuelgo-
Respiro hondo varias veces. Genial... A ver que me invento yo ahora...

Dile que el silencio que hay entre vosotros pronto quedara en un despertar...

'Para siempre' no dura tanto como me esperaba.

Le miro a los ojos intentando ver lo que dicen. Hablan por sí sólos, la verdad, le aguanto la mirada sin ninguna expresión facial, él está igual, serio como una piedra, ambos apretándonos de la mano. Dejando que nos perdamos en la mirada del otro. De un tirón consigo soltarme, me mira extrañado, con la mirada me pregunta un ingenuo ¿por qué?.
-No.- le digo, seria y contundente, no me creo que lo haya dicho así, pero parece que sí-
Vuelvo con los demás y vuelvo a implantar mi sonrisa forzada. Cojo otro cigarro, estoy nerviosa, me muerdo el labio inferior con fuerza y noto como los ojos me arden intentando dejar escapar una lágrima. Pero no, no quiero derramar ni una sola lágrima más. Lo prometí y pienso cumplirlo. Me termino el cigarro en dos caladas mirando hacia el otro lado para que nadie me vea reprimir las lágrimas. Cuando me lo termino me levanto.
-Chicos, yo me voy, se me ha hecho tarde. -Digo lo más seca posible, si me extiendo posiblemente acabe rompiendo a llorar.-
Se levantan Andrea, Patricia y Paula a despedirse y me abrazan fuerte, creo que han notado que no estoy bien. Aunque la única que me dice algo es Andrea.
-Sé que no te vas porque se te ha hecho tarde, pero creo que irte es lo mejor que puedes hacer ahora mismo- me habla mientras me acaricia la cara- y tú fuerte, como siempre, ¿vale? Llámame cuando llegues y te desahogas -me da muchos besos en la mejilla y la sonrío-
-Eres la mejor, Andrea. Muchas gracias por todo. -la abrazo.- La casa y todo ha estado genial, de verdad. Seréis felices aquí -La sonrío de lado y me despido de Héctor y Carlos -
Camino por el jardín hasta llegar a la puerta de salida y no aguanto más y rompo a llorar, menos mal que ya no me oye nadie. No soporto que me vean llorar, siempre que me pasa algo me lo trago yo sola. Me pongo las gafas aunque no haga sol y me meto en mi coche saliendo de allí lo más rápido posible.

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Me quedo parado, con las manos aún extendidas como si estuviera sujetando las de Anna. Autoconvenciéndome que se terminó, si aún quedaba una posibilidad, se acaba de perder. Decido empezar a olvidarla, ya me ha dejado muy claro que no, no hay más oportunidades ni más nada. Pues ya está, Dani, para delante y punto. Respiro hondo varias veces frotándome la cara con las manos. Tras relajarme un poco vuelvo con los demás.
-Dani, si habéis terminado mal, vete, no me importa si es lo que necesitas.- Héctor me pone una mano en el hombro en señal de apoyo-
-No te preocupes, tío. Estoy bien, se acabó y ya está no puedo hacer nada. Tema zanjado. Hagamos como si nada y ya está, ¿vale? No os preocupéis, estoy bien -le sonrío de lado y nos damos un abrazo-
Recogemos todo lo de la comida y decidimos ir a dar una vuelta por el pueblo. Héctor y Carlos van delante hablando de fútbol. Paula y Patricia en medio hablando de sus cosas y Andrea y yo detrás sin hablar de nada. Me entretengo con una piedra del camino, voy mirando al suelo pagando mi frustración con la piedra.
-Dani... -la primera vez no la hago caso- Dani -repite-
-Sí, perdón, estaba en mi mundo no te había oído -alzo la mirada hacia ella-
-Sé que Anna y tú no habéis terminado muy bien. Pero no te desanimes que ya verás como es un enfado tonto y en seguida volvéis a estar como siempre.

-Andrea, yo también quiero pensar así pero no es fácil, después de lo que hemos hablado y lo de ayer cada vez tengo más claro que no vamos a volver. Yo la quiero muchísimo, nunca he querido tanto a nadie, no quiero perderla para siempre, Andrea -la miro a los ojos-

-Eso no va a pasar, Dani. Anna también está enamorada de ti hasta las trancas y aunque ahora esteis  enfadados y mal, te quiere y tarde o temprano volveréis.

-Ayúdame a recuperarla, por favor.

No habrá luz del sol si te pierdo.

Hay amores fugaces, pero inmortales.

Es infinitamente más cómodo mentirse y engañar a los demás. Te voy a hacer pensar que no pasa nada, que tengo una coraza y que tus miradas no me afectan lo más mínimo. Voy a hacerme la orgullosa y hacerte creer que no me importas nada. Que el amor es de estúpidos. Voy a reírme de ti, no contigo. Voy ha dejarte de lado sin que te des cuenta. Tú te lo has buscado. Me has abierto los ojos. Quizá lo nuestro no haya sido nada más que horas de entretenimiento y risas, quién sabe. La vida es demasiado incierta para tenerlo todo bajo control. Dices que si el destino quiere que estemos juntos lo estaremos. Permíteme ponerlo en duda. Porque por más esfuerzos que hagas llega un punto en el que la pasión desaparece. Así que deja de vivir de recuerdos, porque es muy triste y no te deja avanzar. Vive, vive todo lo que te apetezca porque yo haré lo mismo. No me voy a cortar porque no estés preparado para vivir. 

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Durante la comida sigue haciendo lo mismo, sus chistes sin gracia, sus cansinas imitaciones. Por favor, que pare ya... Pero claro, la gente le sigue el rollo y se crece. Termina la comida, gracias a Dios. Estamos en la sobre mesa con los cafés, cigarros y demás. Me integro un poco más en la conversación ya que parece ser que ha cortado sus dotes de humor. Cuando me termino el cigarro le hago una señal con la cabeza para ir un poco más alejados del resto. Me asiente y nos levantamos. Todo el mundo nos mira y nos pregunta, les digo que tenemos que hablar y vamos al porche, los demás se quedan cuchicheando, supongo que de nosotros.
-Tú dirás. -Se pone enfrente mía con los brazos cruzados-
-¿De qué vas?
-¿Yo? De nada, ¿A qué viene eso?
-Daniel, no te hagas el tonto que lo sabes perfectamente, deja de hacer el moñas con tanto chiste y tanta mierda, porque cansas.
-Si a lo mejor fuéramos algo pararía, pero como no somos nada, hago lo que quiero.
Agacho la cabeza y suspiro:- No empieces Daniel...
-Aún no me has dado una respuesta coherente del por qué lo hemos dejado
-¿A estas alturas aún lo preguntas?
-Sí y quiero que me contestes.
-No lo voy a hacer, a parte de que no me apetece remover el tema, no tengo una explicación lógica. No quiero parar a pensar en lo que significas para mí ni lo que yo significo para ti.
-Anna, por favor, no digas eso... Lo nuestro no puede acabar aquí -Me agarra las dos manos y me mira a los ojos-
-Claro que puede, se acabó ayer -me intento quitar de sus manos pero él hace fuerza para que no lo haga-
-¿Ya no me quieres?
-No es que no te quiera. Es que estoy cansada y muy harta -recalco el muy-
-Anna, sé que no me he portado como debería haberlo hecho, pero yo te quiero, créeme. Y estoy realmente arrepentido.
-Pero las cosas no funcionan así, Dani. Ayer me dejaste ir y me diste a entender que te importaba una mierda
-Lo sé, pero de verdad no es así. ¿Por qué crees que me he comportado así? Para intentar llamar tu atención.
-Me lo imaginaba, la verdad.
-No dejemos que esto acabe así... -me mira a los ojos con la mirada más sincera que he visto nunca-
Ahora soy yo la que le aprieta las manos buscando qué hacer con nosotros.

Sabes que haría cualquier cosa por ti, pero tú no harías lo mismo. 

Los humanos somos profundamente gilipollas.

Carlos aparca el coche y ambos nos damos cuenta de que el coche rojo de Anna también está allí. Justo lo que me faltaba...
-Anda, si está aquí también Anna ¿cómo es que no has venido con ella?
-Bueno es que... no... No estamos bien. Hemos decidido ir cada uno por su camino
-Ah...-se queda un poco cortado- era por eso por lo que no querias venir, ¿no?
-Sí, pero bueno, es igual. Estamos aquí por Héctor y vamos a pasarlo bien -dentro de lo que cabe-
Bajamos del coche y llamamos a la puerta del porche. La casa es enorme, un chalet a las afueras de Madrid, con su jardín, su casa de tres pisos... Como se nota que tienen dinero. Nos abre Héctor acompañado de su perro.
-¡Vamos hombre, que ya creía que no veníais! -nos abraza con efusividad y se lo devolvemos con la misma intensidad- Pasad, pasad.
Entramos y nos hace un recorrido por toda la casa, enseñándonos hasta el más mínimo detalle. La casa es enorme... Terminamos en el comedero del jardín que también tiene una pequeña piscina. Allí están las chicas, pero yo sólo me fijo en Anna, no puede estar más guapa: una falda en tonos negros y blancos que la hacen unas largas piernas, combinada con la simple camiseta blanca y sus inseparables tacones negros, su pelo rubio ligeramente ondulado, un cigarrillo en una mano y su cerveza en otra. Sólo quiero ir y abrazarla, y no soltarla nunca, pero ya no puedes, Dani, ya no te une nada a ella... Nos acercamos para saludar, me toca saludarme con Anna, voy dispuesto a darla dos besos, lo típico. Pero una simple mirada suya me frena para que no lo haga. Espero que los demás no se hayan dado cuenta de que no estamos juntos, y si lo hacen, por favor que no saquen el tema que bastante hecho polvo estoy ya...

Cogemos algunas bebidas para nuestro aperitivo y nos unimos a la conversación de las chicas, intento integrarme pero no lo consigo. No dejo de mirarla, tan sonriente, como si no hubiera pasado nada entre nosotros ¿cómo lo hace? Yo también quiero estar así... Pero ¿por qué? ¿Por qué está tan alegre? Está de lo más simpática con todo el mundo menos conmigo, pasa olímpicamente de mí. Intento hacerla reír con unos de mis chistes, todos los demás se ríen menos ella... No sé si es porque ya se los he contado o porque de verdad no quiere saber nada de mí... ¿En realidad se puede dejar de querer en menos de 24 horas? Yo estoy aquí comiéndome la cabeza para llamar su atención y en cambio ella hace como si nada y me esquiva. Yo hecho polvo porque lo nuestro se acabó y ella tan feliz haciendo como si nada ¿cómo es posible? Que me diga como lo hace porque de verdad que no me sale...

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No sé a qué esta jugando Dani, la verdad... Nunca ha estado así de ¿insoportable? Supongo que quiere que le preste atención. Si sigue por ese camino no lo va a conseguir. Me está cansando ya de tanta "gracia". 

Nos tomamos el aperitivo y voy a la cocina a ayudar a Andrea con los platos.

-Anna, ¿qué os pasa a Dani y a tí? No estáis como siempre. ¿Qué le pasó a la pareja perfecta?

-Se acabó, Andrea. Ya no hay "pareja perfecta" como dices tú. A parte tan perfecta no sería si se ha terminado, ¿no?

-¿Qué me dices, en serio? -me mira sorprendida-

-Sí, y no creo que volvamos la verdad, tampoco quiero- ¿o sí?- Eh, pero ni una palabra a nadie, no quiero ser el centro de atención, ¿entendido?

-Vale, vale. Pero si necesitas cualquier cosa me llamas, eh... -se adelanta con los platos y los saca a la terraza murmurando algo que no consigo escuchar.-

Cojo yo los demás platos y los pongo en la mesa. Cuando sirvo el plato a Dani le susurro con el tono de voz más serio que tengo:- Tenemos que hablar. 

Me mira algo extrañado y con las mismas me voy a mi sitio, lo más alejado de él posible. Me está cabreando.