domingo, 15 de septiembre de 2013

Nuestro big ban.


Hay personas que entran en tu vida y lo cambian todo. Personas por las que vale la pena parar, respirar y valorar. Valorar lo que realmente importa. Los detalles, las pequeñas cosas, cosas como tu sonrisa, tus caricias, una de tus miradas que lo dicen todo, unos ojos como los tuyos, el modo en el que me sonríes, esos abrazos infinitos, los huracanes en el estómago, tus manos, despertar a tu lado. Esos detalles que hacen que todo tenga sentido incluso lo que hasta el momento de concocerte creí que no importaba. Son esas pequeñas cosas las que lo cambian todo, las que provocan que haga las maletas y salga corriendo sin importarme donde siempre y cuando el destino seas tú, las culpables de que me hayan salido alas. Tú, de esas personas que aparecen y lo cambian todo y hacen que ya nada importe y a ala vez que todo empiece a imnportar. Abro los ojos y sé que estás y me dejo llevar sin pensar hacia donde ni a qué lugar porque nada importa si tú estás.
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Siempre eh soñado con ser un pez por que dicen que los peces no tienen memoria y no pueden acordarse de nada y si no te acuerdas de nada puedes levantarte cada día y vivirlo todo como si fuera la primera vez, la primera canción, la primera vez que le ves, el primer beso, la primera vez que moriste al hacerle el amor... Porque hay ciertos momentos mágicos como cuando esa persona te toca y sientes que te estorba hasta la piel, que sales de ti, que tu alma pide a gritos salir corriendo. Esa sensación de plenitud infinita al hacer el amor con alguien hasta el punto de sentir que ya no existes, ese instante en el que podrías morir porque sabes con toda certeza que jamás en la vida volverás a sentir nada igual. Me gusta saber que hay cosas refugiadas contra el olvido, cosas para las que no pasa el tiempo. El recuerdo es el único paraíso de donde no podemos ser expulsados.  Hay dos desgracias en la vida de todo ser humano, la primera es no tener a quien amar con todo el alma y la otra, tenerle. El universo conspira a favor de los que mueven el mundo y esos son los que lo paran. ¿Tu quieres mover el mundo o que te muevan? 

-Dani... tenemos dos semanas para disfrutar de nosotros hasta que me vaya a Dublín -digo algo desanimada pero a la vez alegre. Quiero cumplir ese sueño de hacer el máster pero no quiero porque sin él se me va a hacer muy duro-
-¿Dos semanas sólo? -me mira aún tumbado en la cama, sudado y con el pelo revuelto-
-Sí, acabo de confirmar que voy y cogemos el avión el 25 de Mayo a las 8:30 -paso mi lengua por mis labios algo secos-
-Vámonos. Quiero disfrutar cada segundo de estas dos semanas a tu lado
-Dani, no nos podemos ir ahora y lo sabes. Tengo que arreglar mi pasaporte y dejar mi trabajo, encontrar trabajo allí para poder mantenerme... Tú tienes a Nacho que ha venido a pasar estos días contigo -me vuelvo a tumbar a su lado y le acaricio la cara- ¿lo entiendes?
-Sí, pero entiendeme tú a mí, Anna. Te vas a ir durante medio año a dios sabe donde y voy a estar separado de ti, quiero aprovechar estas dos semanas. Que Nacho esté aquí no importa, lo entenderá perfectamente... Lo del trabajo y eso lo entiendo, pero puedes solucionarlo en dos días. Ya que yo he cedido a dejarte ir durante seis meses, cede tú a estar dos semanas conmigo... Nos cogemos el coche y vamos a algún sitio, da igual donde. Vamos, peque, déjame despedirme de ti como nos merecemos. Después de estas dos semanas van a ser seis largos meses sin vernos y quiero tener el recuerdo de estas semanas a tu lado para reprimir las ganas de coger un avión y plantarme donde estés....
-¿Por qué siempre eres capaz de hacerme cambiar de opinión? -me río levemente acercándome a él, le acaricio la cara con las manos y le beso dulcemente-
-Porque en el fondo es lo que quieres -me dice entre medias del beso.- ¿Echamos otro? -me mira picaramente y sonriendo a la vez-
-¡No! que a este paso no nos levantamos nunca de la cama -me separo de él riéndome, cojo mi ropa interior y mi pijama y me visto. Me recojo el pelo en una coleta y cojo su portatil- ¿Me ayudas a encontrar trabajo allí?
-¿Ahora? No puedes esperar un poco -dice desganado-
-Pues si quieres que pasemos estas semanas juntos lo mejor será quitarnos esto de encima, ¿o no?
-Uhmm... que pereza... Me dejas muerto, Simon... -se abraza a su almohada cerrando los ojos-
-¿Y tú eras el que quería echar otro? Pero si estás para el arrastre -me rio a carcajadas-
-Déjame... -se hace el ofendido-
-Por cierto, en este tiempo que esté fuera ten cuidadito con Marta ¿ententido? Eres sólo mío. Hazselo saber
-¿Sólo tuyo? -se icorpora un poco y me sonríe ampliamente-
-Mío y de nadie más y como me entere de que intenta algo cojo un vuelo y la digo un par de cosas. -me acerco a él y le beso transmitiendole que es únicamente mío- 
-Entonces... ¿Lo de el otro día ya está olvidado?
-Sí, pero que se ande con ojo, y tú igual
-Gracias, Anna. De verdad
-No me des las gracias y ayudame a buscar algo, que no sé ni por donde empezar a mirar. -Ambos nos reimos y empezamos a mirar ofertas de trabajo- 

Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día y no nos damos cuenta de que es ella quien tiene que encontrarnos, y eso será donde menos te lo esperas. En el trabajo, en la calle... Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino sólo es el principio de otro y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado. Y esconderte es lo que menos te importa. Lo que te importa es que estás tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida y ya solo importa el hoy, el presente y lo que queda por venir 

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Pero es que a ver cómo le dices que no a esos ojitos.


Tengo ganas de tus abrazos, de tus besos, de tus sonrisas, de que me hagas feliz continuamente, de tus besos en el cuello, de quedarnos dormidos mientras nos damos mimos, de despertarte a base de besos, de no separarme ni un segundo de ti. Por muy difícil que se pongan las cosas, te debo todo eso y más, me has hecho feliz durante demasiado tiempo, cosa que nadie era capaz de conseguir.
¿Qué me tienes enamorada? Sinceramente, no sabes hasta que punto.
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-B.buenas noches. -me vuelvo a colocar la camiseta y me aclaro la garganta-
-Vente a mi cama, anda, que lo estás deseando -me agarra de la mano y me guiña un ojo sonriendo de lado.-
Tengo que ser fuerte, no me puedo rendir a la primera de cambio. Vale, puede que me quede sin argumentos cuando me mira así, pero tengo que disimular.
-Que no, que luego me lías y hoy no quiero ser tu novia -me río levemente mientras intento que deje de agarrarme-
-¿Hoy no? Esperemos a mañana tal vez -se ríe y forcejea conmigo- Sólo a dormir y unos cuantos besitos... Hace mucho que no estamos así 
Suspiro y alzo la mirada encontrándome de nuevo con sus ojos rogándome que me vaya con él, me muerdo el labio y me río levemente: -Eres un liante, esto no vale, es chantaje emocional.
-¿Chantaje emocional? ¿Qué es eso? -se ríe y nos lleva hasta su cama sin soltarme la mano- Te dejo que vayas a ponerte el pijama, pero luego vuelves, ¿eh?
Me río y cojo mi bolsa entrando al baño, me pongo el pijama, me lavo los dientes, me quito el maquillaje, etc.. y vuelvo a la habitación. Le veo tumbado boca abajo abrazado a su almohada medio dormido. No puedo evitar sonreír, me tiene loquita. Me acerco por su lado de la cama, me agacho hasta él y le doy besitos por la espalda.
-Mmmm.. tardabas mucho.. -dice mientras se deja que le dé besos-
-Tenía que desmaquillarme y todo... ¿quieres mimos? -me tumbo encima suya y le acaricio el pelo con los dedos sin dejar de mirarle-
-Uhm... no me hagas eso que me gusta demasiado -dice sonriendo. Le beso en el hombro y le sigo acariciando el pelo un rato hasta que me doy cuenta de que se ha quedado dormido-
Me bajo de encima suya y me tumbo a su lado mientras le miro como duerme, no puedo dejar de sonreír ni un segundo. Le hago caricias en la espalda pero ni se inmuta.
-Gracias por hacerme feliz, peque. -le susurro al oído y le dejo un beso en el hombro.- Te amo.
Tras mirarle unos minutos más apago la luz de la lámpara y me duermo abrazada a él.

A la mañana siguiente me despierta el sonido del móvil. Que raro, es de la universidad, sí, estoy intentando hacer un máster en filología inglesa, pensé que no me cogerían y menos para hacerlo en el extranjero, pero ahora cabe la menor posibilidad de que así sea.
-¿Sí, dígame? -me incorporo de la cama-
-¿Anna Simon?
-Sí, soy yo -el hombre me empieza a hablar sobre el máster, no me entero muy bien porque tengo a Dani abrazado a mí y dándome muchos besos por todas partes-
-Dígame, ¿le interesa?
-Sí, sí, pero... ¿dónde sería y por cuanto tiempo?
-Señorita, se lo acabo de decir es en... -Dani vuelve a hacerme cosas y por lo tanto no me vuelvo a enterar. Me quito el móvil de la oreja-
-Dani, para joder, que es de la universidad y es importante -cojo de nuevo el móvil- Discúlpeme, repitamelo otra vez, es que no tenía cobertura
-Por última vez, serían 6 meses en Dublín. La dejo 24 horas para pensárselo sino cogemos a otra persona, ¿de acuerdo?
-V.vale, de acuerdo muchas gracias. -Puuff... en Dublín, a ver como se lo cuento yo ahora a Dani...-
-¿Qué pasa, mi niña? -me abraza por detrás dándome muchos besos en la mejilla hasta que acabamos tumbados en la cama-
-Dani... No te había comentado nada de esto porque no pensaba que me fuesen a coger... -juego con sus manos- 
-¿Qué pasa cuentame?
-Es muy -recalco el muy- posible que me vaya a Dublín durante seis meses...
-¿QUÉ? ¿A Dublín? Pero si eso está en... en... 
-En Irlanda, Dani, en Irlanda. Y antes de que lo digas... No, no te puedes venir conmigo. Voy a estar en una residencia solo para los que hacen el máster
-Ay, Annita no me digas esto... Ahora que habíamos empezado de nuevo... -me sienta encima suya-
-Lo siento... Pero llevo queriendo hacer el máster muchisimo tiempo y es una oportunidad buenisima.. A parte, podremos hablar por skype -le acaricio la cara y le doy un beso en la mejilla-
-No será lo mismo... Pero bueno, si es lo que deseas, adelante. Yo te aopoyo, aunque sean 6 largos e interminables meses
-Entonces... ¿puedo llamar y decir que sí voy? -sonrío ilusionada-
-Llama anda -se ríe y me río con él poco a poco nuestras bocas se van juntando en el que será uno de los ultimos besos antes de separarnos durante medio año-

Y puede que sea un error, que la distancia para una relación nunca fue sana pero si no nos arriesgamos nunca lo sabremos. Son 6 meses hablando por skype sin besos, ni caricias... Será duro, evidentemente pero estoy segura que sabremos llevarlo perfectamente. No estoy dispuesta a que esto se acabe, por nada del mundo.

lunes, 2 de septiembre de 2013

El cielo sin ti no lo quiero.


Lo llamamos amor porque le queremos poner un nombre y lo hacemos ser un Dios de nuestra vida, lo hacemos omnipresente y lo elevamos por encima de todas las cosas hasta que nos aburrimos y afirmamos que ese amor no existe. Realmente yo no creo ni en entes divinos, ni en el amor eterno... Ni en nada que sea glorificado. Pero si te diré que... que creo en ti como ser el último de todas mis cosas y entonces ahí el por qué da igual, porque el por qué realmente, sobra.
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Tras pensármelo un rato, acepto. Pero voy sólo como amiga. Él la ha cagado, es él el que tiene que pedir perdón. Nacho se queda a dormir en mi casa, dice que esta es una noche sólo para Dani y para mí. Me preparo una pequeña bolsa con el pijama y ropa de cambio. Me despido de Nacho y voy andando hasta la casa de Dani. No sé muy bien que le voy a decir, como va a reaccionar ante mi llegada, lo último que se espera es que me presente yo ahí. Llego a su urbanización tras un largo paseo aclarando todo eso, el portero que está de guardia me abre. Llego a su portal, no quiero llamar al timbre porque seguramente no me abra, así que pruebo a abrir la puerta, con un poco de suerte no estará bien cerrada. ¡Bingo!. Consigo entrar en el portal, cojo el ascensor hasta el sexto piso. Llego a su puerta, debajo del felpudo siempre tiene una llave para casos de emergencia, así que la cojo y entro en su casa.
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Oigo ruidos en la entrada de mi casa, me levato de la cama algo asustado, cojo una raqueta de padel de la habitación de Nacho, por lo menos si ha entrado alguien me puedo defender. Ando despacio hasta la entrada de la casa. Enciendo la luz de la entrada para ver quien ha entrado, estoy preparado para pegarle cuando reconozco ese pelo rubio.
-Joder, Anna, no me pegues estos sustos por Dios... -digo aún recuperandome del susto-
-¿Y qué me ibas a hacer, invitarme a un partido? -se ríe levemente y alza una ceja-
-E.era para protegerme, por si había entrado alguien... -bajo la raqueta- ¿A qué has venido?
-A que dejes de reprocharle cosas a la gente que no vienen a cuento -me aparta con su hombro y entra al salón-
-Ha sido Nacho, ¿verdad? -voy tras ella- Anna, es que siempre se tiene que estar metiendo en todo y se cree que tiene la razón y las cosas no son tan fáciles.
-No son fáciles porque tú no quieres que así sean. ¿Te parece normal el numerito que le has montado en un momento? -deja la bolsa y se planta frente a mi-¿Sabes qué? No solo existes tú y tu orgullo. Hay gente que te quiere y que lo daría todo por ti. Él perfectamente te podría haber mandado a la mierda después de todo lo que le has soltado. Pero no, ha venido a mi casa, me lo ha explicado todo y me ha hecho venir a aqui por ti, para que no te sintieras solo. Pero te digo una cosa Daniel, como sigas así es como te vas a quedar, solo. Porque hay veces que no te mereces a ninguno de los que están a tu alrdedor, así que o cambias de actutid o ya sabes como va a terminar esto
- ¿Me estás dejando otra vez? -se muerde el labio reprimiendo las lágrimas-
-No, porque esta noche estoy aquí como tu amiga, no como tu novia. Así que piensa que es lo que quieres en tu vida, quedarte solo o rodearte de gente que de verdad te quiere y quiere que seas feliz -le quito la primera lágrima que sale de sus ojos y le beso en la mejilla- y no me llores que se te ponen los ojos muy rojos.
-D.dame un ab.razo po.r fav.or... -me abrazo a ella lo más fuerte que puedo. Me ha hecho darme cuenta de que tengo a un montón de gente que me quiere. No estoy dispuesta a perderlos por nada del mundo- Lo siento, Anna... Lo siento mucho, de verdad... Perdóname, de verdad que me importa nuestra relación. Es lo que más me importa ahora mismo
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-Dani, no vamos a hablar de eso ahora... Estoy aquí como amiga, recuerdalo, mañana si quieres lo hablamos, ¿vale? -le hablo con una voz muy dulce para que note que no estoy enfadada con él. Nos separamos despacio. Nos miramos fijamente a los ojos, los suyos descienden lentamente hasta mis labios. Se muere de ganas, pero hoy no. Su mano sube hasta mi mejilla y me la acaricia con la yema de los dedos- Dani... hoy no
-Lo necesito Anna... Por mucho que vengas como amiga tú para mí eres más que eso... -se acerca lentamente a mí y roza mis labios suavemente con los suyos-
En ese momento suena mi móvil, pego un salto del susto y me separo de él rápidamente, le aparto y voy hasta mi bolsa para cogerlo.
-¡Nacho! Si, si, no te preocupes, está todo solucionado (...) Si, mañana puedes volver (...) No, no puedes quedarte allí, duermo yo con Dani (...) Sí, solo dormir, que hoy no soy su novia -me río- Bueno, te dejo que ya es tarde. Hasta mañana. -cuelgo y suspiro- E.era Nacho para saber como iba todo
-Ya, lo suponía -se rasca la nuca nervioso- Bueno, pues a dormir, ¿no?
-Sí -me río levemente. Que situación más incómoda, lo mejor será que nos vayamos a dormir y mañana será otro día-
-Duermes conmigo o...? Si quieres puedes dormir en la habitación de Nacho
-En la de Nacho mejor -le sonrío levemente, así evitamos tentaciones. Andamos por el pasillo en silencio. De repente se para en seco, me agarra la cara con sus manos para que no me quite y me lleva hasta una pared y comienza a besarme como nunca antes lo había hecho. Mmmm... ¿me puede encantar más este chico?-
-Buenas noches, amiga.


domingo, 1 de septiembre de 2013

Ojalá que tu orgullo te abrace mejor que yo.

Después de que Nacho colocase la maleta decidimos quedarnos en casa y pedir una pizza. No tengo los ánimos para mucho más. Cuando vea a Marta no sé que cara la voy a poner. Me encanta esa chica, me lo paso genial con ella, pero sólo como amigos. Después de esto supongo que ya no será igual que antes, pero si tiene que ser así, será. No pienso renunciar a Anna por ella ni mucho menos. Ahora tengo que pensar otra cosa para arreglarlo con ella. En verdad me cansa un poco, siempre es lo mismo: Estamos bien, discutimos (mayormente por mi culpa, lo reconozco), me arrastro, me perdona, reconciliación en la cama y así hasta otro día que discutamos....
-Dani, si no quieres esperar hasta mañana para arreglarlo, vete. Me puedo quedar aquí.
-No creo que me abra, a parte, ya es tarde.. -Suspiro echándome hacia atrás en el sofá-
-Aunque sea mándala un whatsapp o llámala para que no piense que te da igual.
-Nacho, es que esto me agota. De verdad, siempre es lo mismo, una y otra vez...
-¿Me estás diciendo que estás cansado? Hermano, en todas las relaciones pasan estas cosas, no te creas que eres el único. Pero que vas a saber tú si antes de que llegase Anna te pasabas cada noche con una. -se levanta y se recoge su vaso para llevarlo a la cocina-
-¡Mira, Nacho, no me toques la moral que bastante quemado estoy ya! -le digo desde el salón-
-¡Normal que te dejase, pasas absolutamente de todo! -vuelve al salón. Eso me ha dolido bastante, otra cosa vale, pero eso de que paso de todo no se lo permito-
-Esto si que no te lo permito. No sabes, nada. ¡nada! de lo que paso, ¿vale? -me levanto del sofá llevándole hasta una pared- y como vuelvas a decir que paso de todo y más de Anna tú y yo vamos a tener más que palabras, ¿entendido? -le miro fijamente durante unos segundos y me separo yendo a mi habitación-
- A ti lo que te pasa es que eres un cobarde de mierda. Crees que eres el puto amo y no eres nadie y cuando ha llegado la tía que te maneja no haces más que cagarla.
-No como tú, ¿verdad? A ti como te ha venido todo rodado... Claro, como eres el hermano de Dani Martínez tienes toda tu puta vida hecha. En vez de estar recriminándome cosas que ni te van ni te vienen me tendrías que estar agradeciendo todo lo que he hecho por ti, que sin mí no serías nadie.
-Mira, Daniel, que te den. Te dejo con tu puto orgullo, ahora, te digo una cosa, cuando no tengas a nadie alrededor a mí no me vengas con lamentaciones.  -coge su chaqueta, se la pone y se va dando un portazo-
-¡Venga, vete tú también! -me tiro en la cama agarrándome a la almohada-
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Estoy hablando con Andrea de todo lo que ha pasado esta tarde. Aún no me lo creo. Yo creyendo que nuestra relación era importante para él y se le "olvida" contárselo casualmente a la que fue su ex que ahora le sigue queriendo.
-... Andrea es que, ¿cómo se come eso? No lo entiendo.
-Me he quedado flipando, sinceramente. Pero si cuando no está contigo sólo hace hablar de ti. No entiendo por qué se lo ocultó a su ex
-No quiero pensar que fuese para tirársela, pero es que no se me ocurre otra cosa, Andrea...
-Que no, Annita. Teniéndote a ti no se va a tirar a chonis barriobajeras como ella
-¿Y entonces por qué lo ha hecho? Es que uf... se lo pregunté y me contestó todo el tiempo: No sé, pues no sé. No hacia otra cosa! Oye, te dejo, que están llamando a la puerta. No sé quien será a las once de la noche... Luego te llamo. Gracias por todo -cuelgo y me levanto a abrir-
-N.nacho, que haces aquí? -me quedo paralizada en la puerta mirándole fijamente
¿Puedo pasar? Tengo que hablar contigo, sobre Dani. -tuerce el labio esperando una respuesta. Finalmente cedo y le dejo pasar-

-Anna, Dani ha perdido el juicio totalmente. Le dije que te llamase o algo para intentar arreglarlo y dice que estaba cansado de arrastrarse siempre y después...
-Espera. -le corto- ¿que está cansado de qué? Pero si es él el que siempre la caga, ¿qué me estás contando? -estoy flipando ahora mismo-
- Ya, bueno, el caso, que después me empezó a reprochar cosas de que si le tenía que agradecer todo lo que ha hecho por mí en vez de reprocharle que era un cobarde...
-¿Y qué quieres que haga? -digo terminandome el cigarro-
-Que seas tú la que hable con él... Que vea que sí le importas
-Nacho, él sabe de sobra lo que me importa. Lo que no voy a hacer es arrastrarme por algo que ha sido su culpa
-Te entiendo, Anna y estoy de tu lado créeme. Pero nunca había visto así a Dani y ahora lo que más necesita eres tú
-Si quiere algo que venga él, que es el que siempre lo fastidia todo. ¿Ves normal lo que ha hecho?
-Pues no, pero sus razones tendría. Pero por favor quédate esta noche con él. Ya no te lo pido como novia, sino como amiga.

jueves, 29 de agosto de 2013

Perdona, perdona y vuélveme a perdonar.


-¡Dani! -me pasa la mano delante de mi cara. Me he quedado embobado pensando una respuesta que no se pueda malinterpretar- Cuéntame que ha pasado con la tía esa.
-Marta, se llama Marta -nos sentamos en el sofá-
-Bueno, pues Marta. A ver cuéntamelo. -suspiro intentando explicárselo, aunque parece que ya se huele lo que ha pasado-
-Pues que... estábamos hablando de salir a cenar esta noche con Nacho y... de repente se me ha lanzado. No he podido hacer nada porque no me lo esperaba...-digo cabizbajo jugando con mis manos. Estoy bastante nervioso. No por el beso sino por la reacción que tenga Anna. Es bastante celosa...-
-¡¿Pero bueno, de que va esa tía?! ¡A ver si la voy a tener que decir cuatro cosas bien dichas! Por que tú no se lo has seguido, ¿verdad? -me mira alzando una ceja esperando la respuesta-
-No, no, claro que no. La he apartado. -digo muy seguro-
- ¿Tengo que creérmelo?
-Anna, te estoy diciendo la verdad, joder. ¿Esto es lo que confías en mí?
-En ti sí, pero en ella no. ¡Parece ser que la da igual que tengas novia!
-Es que no lo sabe...
-¿Cómo que no lo sabe? ¿No la has dicho que estás conmigo? -me mira sorprendida-
-Pues no...
-¿ Y puedo saber por qué te has saltado ese detalle con ella? -se levanta del sofá. Está bastante nerviosa-
-Pues porque no sé, no me pareció importante contárselo -la verdad no sé que excusa poner- la dije que me estaba viendo con alguien pero ya está. No al dije que eras tú ni nada...
-Pues normal que te besase, Daniel. Si en vez de dejarla claro que estás con alguien la dices que simplemente te estás viendo con una chica... Apaga y vamonos... -suspira-
-¿Estás enfadada?
-¿Cómo quieres que esté, Dani? Lo peor de esto no es que la chica esa te haya besado. Lo que me duele es que no la dijeras que estás conmigo. ¿Qué pasa, te avergüenzas o algo?
-Claro que no, Anna -me está poniendo muy nervioso andando de un lado a otro del salón. Así que me levanto parándome frente a ella para que se quede quieta- Sé que eso estuvo mal, pero te juro que la próxima vez que la vea se lo digo.
-A mí la próxima vez ya me da igual, Dani. Te estoy diciendo que me duele, porque yo voy diciendolo a los cuatro vientos, que he vuelto contigo, que a la mínima que un chico intenta algo conmigo le freno dejandole bien claro que estoy con alguien y que le quiero. Sin embargo tú lo vas escondiendo, no sé muy bien la razón. ¿Sabes? La cena que tenia pensada me parece que se suspende. Llama a Marta y que os aproveche.

Coge su bolso y se marcha dando un portazo. Me dejo caer en el sofá, cuento hasta diez intentando calmarme. En verdad tiene razón, se lo debería haber dicho a Marta. Anna es parte de mi vida, una parte muy importante y nuestra relación me la he comido con patatas no sé muy bien por qué. No es que no me importe sino que... *din-don* Me froto los ojos y me levanto a abrir.

-¡Hola, hermano! -me da un enorme abrazo, y se lo sigo con el mayor entusiasmo posible. Pasamos al salón y nos sentamos-
-Siento el desorden, pero en esta hora han pasado demasiadas cosas
-A ver, hermanito, cuéntame -se deja caer en el sofá y me pasa un brazo por los hombros-
-No hago más que cagarla con Anna -suspiro- cada vez que doy un paso retrocedo dos...
-¿Pero no habíais vuelto? ¿Qué has hecho ahora, tío?
-Marta, mi ex de León, se queda en Madrid durante tres meses. No la dije que tenía novia y me besó. Después de eso Anna subió a mi casa y la tuve que contar todo. Te lo he resumido muy mucho. No sabes como se ha puesto...
-Normal, Dani, normal. Tío, ahora tienes novia, no puedes ir por ahí saltándote ese detalle y menos besándote con una ex
-¡ Se me lanzó ella, ni se lo seguí ni nada, la aparté!
-Vale, vale, te creo. Pero te tienes que poner las pilas. Anna no es una chica cualquiera, tiene la cabeza bien amueblada y no se anda con chiquitas. Tienes una tía cojonuda a tu lado, tienes que estar a su altura porque sino te dará la patada y después de una mujer así todas te parecerán un orco comparada con ella, ¿o me equivoco?
-No, no te equivocas en nada. Y a veces lo pienso, no sé si me merezco estar a su lado. Siempre la estoy cagando. El otro día la dejé plantada por pasar el día entero con Marta y ahora esto... Nacho, no quiero volver a perderla. Estoy muy enganchado a ella
Sonríe levemente y me da un abrazo: - Que me vas a contar, si se te nota a kilómetros...
-Nunca me imaginé a mí, así, la verdad. Tu sabes como era yo con las chicas.
-Sí, hasta que llegó Anna, una chica que te lo pone difícil, pero que en ningún momento duda de que no la quieras. Porque se te ve en la cara, lo ve todo el mundo, incluso ella. Y a ella también se la nota que está coladita por ti. Así que no digas que no estás a su altura porque si que lo estás. ¿Que no dejas de cagarla? Puede ser, pero en ningún momento la vas a perder, porque ni ella pega con otro tío ni tú con otra tía.
-Te ha quedado bien y todo -ambos nos reimos y nos empezamos a "pegar" como hacíamos antes.-
Y tiene razón en todo lo que ha dicho, Anna es una mujer impresionante, no puedo dejarla de lado ni saltarme que estamos juntos, porque después de todo lo que me ha costado estar con ella, de ser al fin feliz, que lo vaya ocultando es un poco de idiota...

Tengo más claro que nunca que las cosas solo suceden una vez. Son esos pequeños momentos, inesperados, sin preparar que te dejan una huella imborrable. Son los que más marcan. Te busque hasta no poder más, y lo seguí intentando una y otra vez. Tengo miedo. A perderte. A que un día toque el adiós definitivo. Y puede ser que te preguntes ¿Porqué adiós? Sencillo. Hay relaciones que solo superan una caída. Yo ya llevo más de dos. No quiero que la pequeña linea del adiós se rompa, pero, ¿Y si lo hace? ¿Cómo estaremos? ¿Qué sera de nosotros? Créeme, cuando te digo que confíes en mi. Que te cojas de mi mano y no me sueltes.

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lunes, 19 de agosto de 2013

Sinónimo de éxtasis.


-¿Que te haga el amor? ¿Qué es para ti "hacer el amor"? -dice mientras se abalanza sobre mí en el sofá dándome mordiscos en la mejilla. No puedo evitar reirme-
-Ya lo sabes... -le acaricio la nuca con mis dedos y le dejo un beso en la mejilla.- La misma frase lo dice
-Pero hay muchas formas de hacer el amor sin sexo -baja por mi cuello y se me empieza a erizar la piel-
-Qui..quiero que me -suspiro- me hagas el amor -sigue jugando en mi cuello, sabe que cuando me toca ahí pierdo el sentido completamente- con sexo -me muerdo el labio abriendo las piernas y dejando que su cuerpo se cuele entre ellas-
-Suena muy tentador -me susurra a la vez que se ríe cerca de mi oido- Aún no hemos estrenado el nuevo tapizado del sofá... Y hoy es jueves, todos los jueves cambias las sábanas y tampoco las hemos estrenado -los besos en mi cuello se vuelven más intensos y con ellos mi piel se vuelve más vulnerable al roce de sus labios.
-¿C.cuál pref.iere.s estre.nar? -digo intentando recuperar el aliento-
-Por qué elegir cuando podemos estrenar las dos -poco a poco me sube la fina camiseta del pijama y la termina sacando por mis brazos, sus labios se van deslizando por todo mi torso. No puedo hacer otra cosa que dejarle hacer. Cada vez que intento dejarnos en igualdad de condiciones un beso suyo acompañado de un suspiro mío me corta- Annita, hoy estás muy lenta -dice riendose mientras se centra en mi tripa acariciandome los costados con la yema de los dedos.-
-Es qu.e me de.ja.s fuer.a de jue.go comp.letam.ente... -arqueo la espalda por los multiples cosquilleos que estoy sintiendo ahora mismo-
-Vaaaaale, te dejo jugar a ti un poco -se ríe y separa sus labios de mi tripa. Relajo el cuerpo de nuevo y desabrocho los botones de su camisa poco a poco. Se la quito y le tumbo en el sofá tumbándome encima suya y le beso el cuello. Yo también sé como dejarle fuera de juego- Que bien sabes dónde tienes que tocar para dejarme KO... -se ríe pasando sus manos a mi culo y pegándome a él-
Sonrío satisfecha y tras varios besos más quedamos desnudos completamente. Y estrenamos el nuevo tapizado ¡vaya que si lo estrenamos! Bueno, y las sábanas limpias, y aquella pared del pasillo que nunca había utilizado para nada, ni si quiera para colgar un simple cuadro...

-Annita, me voy a tener que ir que esta noche viene mi hermano Nacho y tengo que prepararle la habitación de invitados -juega con un mechón de mi pelo-
-Vale.... -le dejo un beso en el pecho y me incorporo liandome la sábana al cuerpo- Madre mía las 15:15 y sin comer... si me viera mi madre -me río y vamos al salón a por nuestra ropa-
-Entonces... ¿te ha gustado el oso que te he regalado? -dice ya en la puerta a punto de irse-
-Mucho, siempre he querido que alguien me regalase algo así -le sonrío desde la puerta-
Sonríe el también y me agarra de la cintura besandome y sale de mi casa.
-¡Dani! -digo antes de que baje la escalera-
-¿Qué pasa?
-Gracias por quererme. -ambos nos reímos levemente y se va-
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Llego a mi casa, como algo rápido y empiezo a preparar la habitación de invitados. Pongo las sábanas, ordeno el armario y limpio un poco. Después me meto en la ducha y oigo el timbre. Salgo lo más rápido que puedo, siguen insistiendo.
-¡Ya va! -digo vistiendome, no voy a salir en toalla. Siguen insistiendo- ¡Que ya va, joder! -abro y veo a Marta allí, con esa piel morena, su pelazo castaño y esa sonrisa que se la sale de la cara-
-¡Hola, Dani! ¿Puedo pasar?
-Cl.claro pasa -me aparto para que entre- Pero la proxima vez cuando vayas a venir avisame porque me estaba duchando.
-Sí, sí -se ríe y pasa al salón- Es que me aburría en casa y digo: Pues a ver que hace Dani esta tarde.
-Pues ahora nada, pero sobre las ocho llegará Nacho que viene a pasar aquí unos días.
-¡Anda, que bien! Pues podríamos ir a cenar los tres por ahí
-Perfecto -la sonrío- y... ¿habías venido por algo en concreto?
-En verdad sí... -la cambia la cara completamente-
-¿Marta, estás bien?
-Sí, sí... Dani, necesito hacerlo, sino voy a explotar
-¿El qu.- no me da tiempo a terminar. Me tiene agarrado de la cara rozando mis labios con los suyos. Abro los ojos como platos y la aparto lentamente- Marta, ¿a que viene esto?
-L.lo siento... Hablamos en otro momento -se levanta corriendo hacia la puerta-
-¡Marta, Marta, espera! -intento ir tras ella pero me encuentro a Anna subiendo las escaleras sin saber nada de lo que está pasando. Demasiado tarde para ir tras Marta, ya salió por el portal...-
-¿Dani? ¿Qué está pasando? -me mira extrañada-
-N.nada ¿qué haces aquí? -la digo mientras entramos en casa-
-Como venía Nacho pensé que era buena idea en salir a cenar a algún sitio, ¿te parece?
-Bueno, eso me lo había dicho Marta antes de que se fuese así. Así que supongo que sí
-Dani, ¿que tienes en los labios? -me mira extrañada-
-¿Qué que tengo? -me los toco extrañado-
-Están manchados de rosa -me los toca ella- esto es pintalabios. Daniel, ¿algo que contarme?


sábado, 3 de agosto de 2013

No hay manera humana de escapar.


-Me quedaría a dormir, pero he cogido un piso de alquiler y ya que lo tengo lo voy a aprovechar -Marta sale del baño y se acerca al sofá a despedirse. No la contesto, estoy centrado en qué poder hacer para que Anna me perdone- ¿Dani, estás bien?
-¿Qué? Sí, nos vemos otro día, ¿vale? -la sonrío levemente, la doy un abrazo y se va-
Intento hablar con Anna otra vez, marco su número y al quinto tono me lo coge.
-Dani, deja de llamar o desconecto el teléfono. -Sólo dice eso y vuelve a colgar-
¡Joder! Soy imbécil, definitivamente. Respiro hondo y decido irme a la cama. No consigo nada estando aquí. Iré mañana por la mañana a su casa y se lo explicaré todo.
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Me duermo en el sofá después de haber llorado un buen rato. Desconecté el móvil y el fijo, no quiero saber nada de él ahora mismo. Sobre las cuatro de la mañana me despierto con un dolor de cuello horrible así que me quito el vestido y me vuelvo a la cama.

*Piiiiiiii* *Piiiiiiii* *Piiiiiii*. Tres toques al timbre hacen que me despierte, sé que es Dani, siempre llama tres veces. Paso, no voy a abrirle. Otros tres toques. Anna, no le abras, te contará alguna excusa que suene convincente y luego te pondrá cara de pena y caerás otra vez. Llama otra vez y se queda un buen rato pegado al timbre. Uff... me va a reventar los oídos. Me levanto de la cama malhumorada y abro rápidamente. Para mi sorpresa no está él ahí, en su lugar está un enorme oso de peluche color beige con un enorme ramo de rosas rojas en una mano y un cartel colgado de su cuello que pone "¿Me perdonas?". La verdad es que siempre he querido que me regalen algo así, desde pequeña. Pero no, tengo que mantenerme fuerte. El plantón que me dio ayer no se arregla con esto.
-Sal de donde estés y llévate esto de aquí. -digo seria.-
Dani sale de su escondite, no soy capaz de mirarle a la cara. Sé que es él por sus inconfundibles convers rojas.
-Déjame explicarte.
-No hay nada que explicar. Tenías mejores planes que quedarte a cenar con tu novia.
-Anna, se me fue el santo al cielo, de verdad... No te cogí el móvil porque me quedé sin batería y tampoco el fijo porque no estaba en casa
-Dani, que no me des explicaciones. Lo hiciste y ya está.
-Pero sigues enfadada...
-¿Para esto querías que te diera otra oportunidad? ¿Para que a la primera de cambio me dejes tirada?
-Anna, es que vino Marta por la mañana y salimos a dar una vuelta para que conociera la ciudad y después...
-No sigas -le corto- no me apetece saberlo. -trago saliva. Que siempre iba a ser yo la primera, ¿no?. Anda que le ha faltado tiempo para verse con la tía esa- Vete... -cierro la puerta pero consigue colar el pie-
-No me voy a ir hasta que me perdones
-Pues espera sentado. Quita el pie o te pillo -hago fuerza con la puerta pero no la suficiente porque consigue colarse por completo- ¡Dani, que te vayas, joder!
Me agarra de las muñecas y me empuja hasta la pared, no deja de mirarme a los ojos: -Lo siento.
-Me tuviste aquí como una idiota casi dos horas esperandote. No pretendas que te perdone con regalitos chorras y un "lo siento." -me suelto de sus manos y le aparto yendo al salón- Ala, vete con Marta, que a lo que se ve es más divertida que yo y más... de todo que yo.
-¿Estás celosa? Anna, es sólo una amiga...
-Si mal lo recuerdo yo también empecé siendo amiga tuya.
-Pero eso no quiere decir que con ella acabe igual que contigo. -se sienta a mi lado y me agarra de la cara haciendo que le mire-
-Si, si... A cuantas como yo les habrás dicho lo mis. -no consigo terminar la frase. Tengo su mano agarrándome fuerte para que no me escape y sus labios pegados con fuerza a los míos.-
-Nunca, me oyes, nunca le he dicho esto a nadie. Eres única, Anna. La única que me ha hecho acojonarme de verdad al saber que si te pierdo lo pierdo todo. Necesito que me perdones que no va a volver a pasar, te lo juro. Si quieres cenamos ahora, desayunamos... lo que tú quieras -pega mi frente a la suya y roza su nariz con la mía-
Le agarro la cara con mis manos y le beso intensamente hasta tumbarnos completamente en el sofá. Me abraza fuerte sin dejar de jugar con mi lengua. Me hace estremecerme, siempre lo hace. Le cuesta, pero al final se acaba sincerando conmigo y consigo mismo y me gusta ver que confía plenamente en mí y que teme muchísimo perderme. Me gusta ponerselo dificil, aunque yo sé mejor que nadie que nunca me va a perder. Sí, Daniel, lo has conseguido, los días sin ti serían completamente oscuros. Te necesito y tú me necesitas a mí. Es que, eres tan especial...
-Lo has conseguido, Daniel... -le susurro mientras beso su cuello-
-¿El qué?
Me río levemente en su cuello: -Nada... -le dejo otro beso- Hazme el amor, ¿quieres?