sábado, 3 de agosto de 2013

No hay manera humana de escapar.


-Me quedaría a dormir, pero he cogido un piso de alquiler y ya que lo tengo lo voy a aprovechar -Marta sale del baño y se acerca al sofá a despedirse. No la contesto, estoy centrado en qué poder hacer para que Anna me perdone- ¿Dani, estás bien?
-¿Qué? Sí, nos vemos otro día, ¿vale? -la sonrío levemente, la doy un abrazo y se va-
Intento hablar con Anna otra vez, marco su número y al quinto tono me lo coge.
-Dani, deja de llamar o desconecto el teléfono. -Sólo dice eso y vuelve a colgar-
¡Joder! Soy imbécil, definitivamente. Respiro hondo y decido irme a la cama. No consigo nada estando aquí. Iré mañana por la mañana a su casa y se lo explicaré todo.
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Me duermo en el sofá después de haber llorado un buen rato. Desconecté el móvil y el fijo, no quiero saber nada de él ahora mismo. Sobre las cuatro de la mañana me despierto con un dolor de cuello horrible así que me quito el vestido y me vuelvo a la cama.

*Piiiiiiii* *Piiiiiiii* *Piiiiiii*. Tres toques al timbre hacen que me despierte, sé que es Dani, siempre llama tres veces. Paso, no voy a abrirle. Otros tres toques. Anna, no le abras, te contará alguna excusa que suene convincente y luego te pondrá cara de pena y caerás otra vez. Llama otra vez y se queda un buen rato pegado al timbre. Uff... me va a reventar los oídos. Me levanto de la cama malhumorada y abro rápidamente. Para mi sorpresa no está él ahí, en su lugar está un enorme oso de peluche color beige con un enorme ramo de rosas rojas en una mano y un cartel colgado de su cuello que pone "¿Me perdonas?". La verdad es que siempre he querido que me regalen algo así, desde pequeña. Pero no, tengo que mantenerme fuerte. El plantón que me dio ayer no se arregla con esto.
-Sal de donde estés y llévate esto de aquí. -digo seria.-
Dani sale de su escondite, no soy capaz de mirarle a la cara. Sé que es él por sus inconfundibles convers rojas.
-Déjame explicarte.
-No hay nada que explicar. Tenías mejores planes que quedarte a cenar con tu novia.
-Anna, se me fue el santo al cielo, de verdad... No te cogí el móvil porque me quedé sin batería y tampoco el fijo porque no estaba en casa
-Dani, que no me des explicaciones. Lo hiciste y ya está.
-Pero sigues enfadada...
-¿Para esto querías que te diera otra oportunidad? ¿Para que a la primera de cambio me dejes tirada?
-Anna, es que vino Marta por la mañana y salimos a dar una vuelta para que conociera la ciudad y después...
-No sigas -le corto- no me apetece saberlo. -trago saliva. Que siempre iba a ser yo la primera, ¿no?. Anda que le ha faltado tiempo para verse con la tía esa- Vete... -cierro la puerta pero consigue colar el pie-
-No me voy a ir hasta que me perdones
-Pues espera sentado. Quita el pie o te pillo -hago fuerza con la puerta pero no la suficiente porque consigue colarse por completo- ¡Dani, que te vayas, joder!
Me agarra de las muñecas y me empuja hasta la pared, no deja de mirarme a los ojos: -Lo siento.
-Me tuviste aquí como una idiota casi dos horas esperandote. No pretendas que te perdone con regalitos chorras y un "lo siento." -me suelto de sus manos y le aparto yendo al salón- Ala, vete con Marta, que a lo que se ve es más divertida que yo y más... de todo que yo.
-¿Estás celosa? Anna, es sólo una amiga...
-Si mal lo recuerdo yo también empecé siendo amiga tuya.
-Pero eso no quiere decir que con ella acabe igual que contigo. -se sienta a mi lado y me agarra de la cara haciendo que le mire-
-Si, si... A cuantas como yo les habrás dicho lo mis. -no consigo terminar la frase. Tengo su mano agarrándome fuerte para que no me escape y sus labios pegados con fuerza a los míos.-
-Nunca, me oyes, nunca le he dicho esto a nadie. Eres única, Anna. La única que me ha hecho acojonarme de verdad al saber que si te pierdo lo pierdo todo. Necesito que me perdones que no va a volver a pasar, te lo juro. Si quieres cenamos ahora, desayunamos... lo que tú quieras -pega mi frente a la suya y roza su nariz con la mía-
Le agarro la cara con mis manos y le beso intensamente hasta tumbarnos completamente en el sofá. Me abraza fuerte sin dejar de jugar con mi lengua. Me hace estremecerme, siempre lo hace. Le cuesta, pero al final se acaba sincerando conmigo y consigo mismo y me gusta ver que confía plenamente en mí y que teme muchísimo perderme. Me gusta ponerselo dificil, aunque yo sé mejor que nadie que nunca me va a perder. Sí, Daniel, lo has conseguido, los días sin ti serían completamente oscuros. Te necesito y tú me necesitas a mí. Es que, eres tan especial...
-Lo has conseguido, Daniel... -le susurro mientras beso su cuello-
-¿El qué?
Me río levemente en su cuello: -Nada... -le dejo otro beso- Hazme el amor, ¿quieres?

3 comentarios:

  1. meeeee encanta siguiente cada vez mas enganchada!!!!!! :D

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  2. Menos mal.que no.me has liado una gran bronca, sé que mi amenaza de "no.te ajunto" te hizo reflexionar...jajajajajaja

    No.estaba ayer y por eso no.comente,.pero...NEXT

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  3. Amore <3
    Ya sabes que he estado liada y he ido atrasada pero ahora que he tenido un rato me he leido todos los capitulos que no habia podido y me han encantado. Son PERFECTOS!
    La recoinciliacoon ha sido *-* y porfavor Anna celosaa!!
    La ultima frase me ha matado, ese: "Hazme el amor, ¿quieres?". Por dios que perfecto!
    Siguiente yaaa cuquii :3

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